Cómo aumentar el nivel de alfabetización de un niño
El Instituto de Investigación Económica y Social Aplicada de Melbourne ha concluido que la lectura diaria en los niños mejora los resultados escolares. Además, las interacciones entre el adulto y el niño también son esenciales. Y deben ser activas y, al mismo tiempo, involucrarse en el trabajo con el texto. Los juguetes del abecedario y acústicos hacen poco para mejorar la alfabetización porque no utilizan el significado contextual. Las palabras, letras y sonidos se entienden mejor cuando se usan en la vida cotidiana.
En Ideas en 5 minutos te daremos unas pistas de cómo ser una familia que habla bien, lee mucho y escribe correctamente.
Hazle entender a tu hijo que la lectura no solo es estudio, sino también diversión
Frecuentemente en la escuela, leer se percibe como un trabajo escolar. Se les pide a los alumnos tomar notas durante el proceso de lectura, pasar las pruebas finales y llevar un diario de lectura. Tal enfoque es absolutamente apropiado a la hora de estudiar, pero, al mismo tiempo, puede provocar rechazo hacia los libros y textos.
A veces, los escolares solo necesitan leer para disfrutar. Tienes que darles tiempo libre en el que no se dedicarán a los estudios, quehaceres domésticos, clases de diferentes tipos, etc. Esto ayudará a que la lectura pase del “estudio” a la “diversión”.
Dale la oportunidad de elegir
Uno de los métodos más eficaces para despertar el interés por la lectura en un niño es darle la oportunidad de escoger qué leer. Presta atención a los libros cuya temática le resulte más interesante. De esta forma, se sentirá en un ambiente cómodo.
Puede que un alumno no vea la conexión entre un blog de baloncesto, el cual lee en casa todas las noches, un libro sobre cómo reparar una bicicleta que hace poco puso en práctica y los manuales que se leen en el aula. Puede ser una revelación entender el hecho de que cada una de estas formas es la clave hacia la alfabetización.
En este caso, lo principal que hay que recordar es poder encontrar dificultades para aprender algo nuevo. Si el texto que el niño quiere leer es demasiado difícil, esto le quitará ganas de estudiar más el tema. Ayúdalo, dirígelo, proporciónale una versión del libro más fácil de comprender. Explícale que es normal no entender textos difíciles y que con el paso del tiempo cualquier dificultad será superada.
Trabaja con el texto
Frecuentemente las preguntas de los profesores sobre los textos suelen ser poco interesantes y monótonas. Solo piden extraer información escrita en el libro. Si tomamos el texto anterior como ejemplo, entonces las preguntas podrían ser las siguientes:
- ¿Dónde trabajaban las personas?
- ¿Cuántas nubes había en el cielo?
Tales preguntas no permiten comprender el verdadero sentido del texto y no contribuyen al desarrollo del pensamiento crítico. Son buenas para realizar pruebas fáciles, pero no ayudan a mejorar el nivel de alfabetización.
Una comprensión profunda de lo leído puede realizarse de tres formas:
- La comprensión “a nivel textual” consiste en analizar ciertas palabras y frases. Por ejemplo:
- Encuentra palabras que muestren que esta historia es un cuento de hadas.
- Subraya la oración sobre el clima.
2. La comprensión “entre líneas” consiste en hacer reflexiones y suposiciones utilizando la información que se encuentra en el texto. Haz preguntas que lleven a la discusión. El niño debe trabajar con el sentido de lo leído, dar razones y argumentos en favor de su opinión. Por ejemplo:
- ¿Qué piensas que sea esa nube?
Pueden hablar de lo que sienten los personajes de la historia y cuál es su motivación. Determina los momentos más importantes, piensa en lo que pasará a continuación.
3. La comprensión “fuera del texto” es la información que el lector tiene antes de leer. Son conocimientos que ayudan a comprender e interpretar lo escrito.
- ¿Los dragones existieron en realidad?
Al trabajar con el texto de forma tan profunda, le ayudas al niño a usar lo leído para intercambiar ideas y opiniones, analizar el texto desde el punto de vista de la escritura y examinar el significado de las palabras.
Compartan historias entre sí
Pueden contar historias durante la cena o mientras tienen un rato libre. Pídele a tu hijo que comparta algo. Por ejemplo, proponle describir lo que hizo, vio, leyó o escuchó.
La destreza oral contribuye a que los niños sean más alfabetizados. Y al revés, el efecto contrario puede ocurrir si no dedicas suficiente tiempo a hablar con él.
Involucra a tu hijo en asuntos donde se enfrenten a actividades de escritura
Durante todo el día nos enfrentamos a las actividades de escritura. Intenta compaginar tu rutina diaria con la enseñanza de tu hijo. Por ejemplo, si estás preparando una lista de compras, entonces puedes pedirles a tus niños que te ayuden. Explícales lo que estás haciendo y proponles que colaboren contigo.
De esta forma, tus hijos podrán interactuar sensatamente con los textos. También observarán qué tan importante es ser una persona alfabetizada en la vida cotidiana.
Realiza una lectura de 10 minutos
Inspira a los miembros de la familia a leer durante 10 minutos todos los días:
- Dedícale algo de tiempo a la lectura en el transcurso del día. Puedes hacerlo en casa o al aire libre durante un paseo.
- Configura un temporizador durante 10 minutos.
- Apaga tu teléfono y televisión para que no te distraigan del proceso.
- Elige libros que te gusten. Es importante disfrutar de la lectura.
Motiva a los miembros de tu familia:
- Crea un rincón acogedor en tu hogar donde tus seres queridos y tú puedan reunirse para leer todos los días.
- Haz una pizarra de premio por “10 minutos”. Cada uno recibirá una estrella por 10 minutos de lectura. Al final de la semana harán cuentas y le darán un premio al ganador.
- Haz un separador para que el proceso de lectura sea más agradable.
- Prueba escuchar audiolibros para despertar la creatividad y el interés por la lectura. Lee el libro junto con toda la familia y luego busca una película basada en él. Organiza una noche de cine.