Cómo enseñarle a un niño a ir al baño
Si cada vez le cambias menos seguido los pañales a tu hijo y se mantiene seco durante más tiempo, puede ser el momento de introducirlo en el mundo del aprendizaje para ir al baño. Enseñarles a tus pequeños a ir al baño no solo les dará más independencia, sino que también es un hito importante en su desarrollo.
En Ideas en 5 minutos hemos preparado esta guía con los pasos esenciales que debes seguir para tener éxito en esta nueva aventura como padre o madre.
❗ Importante: Habla con tu médico si ya le has enseñado a tu hijo a ir al baño, pero él sigue teniendo problemas para hacerlo. Además, busca ayuda profesional si tu hijo tiene 4 años o más y aún no ha aprendido a ir al baño.
Asegúrate de que tu hijo esté preparado para aprender a ir al baño
En general, la gente puede esperar hasta que sus hijos pequeños tengan entre 18 y 24 meses para empezar a enseñarles a ir al baño. Sin embargo, cada niño es diferente y puede estar preparado un poco más tarde. Así que, para asegurarte de que todas las técnicas de entrenamiento para ir al baño de tu hijo funcionen, busca las siguientes señales, ya que te indicarán si está preparado o no:
- Tu hijo muestra signos de interés por usar el orinal y está dispuesto a ser más independiente.
- Tu hijo ha empezado a verbalizar o a mostrar expresiones faciales sobre el pis o la caca.
- Tu hijo no quiere llevar el pañal sucio porque se siente incómodo.
- Tu hijo se mantiene seco durante más tiempo (una hora o dos), lo que hace que se le cambien menos pañales.
- Tu hijo puede seguir instrucciones básicas.
- Tu hijo puede subirse y bajarse del orinal y permanecer sentado el tiempo suficiente para hacer pis o caca.
Recuerda que es importante no forzar este proceso y esperar a que tu pequeño esté preparado. Sé paciente y deja que su motivación tome la delantera, aunque tú sientas ansiedad por empezar a enseñarle. Además, ten en cuenta que pueden producirse accidentes y que el castigo no es una parte eficaz de este proceso, ya que puede desanimar a tu hijo.
Antes de empezar
- Consigue el equipo necesario: Decide si quieres que tu hijo utilice un orinal o un asiento de orinal que puedas colocar de forma segura sobre el asiento del inodoro, aunque el primero es fácil de trasladar a donde quieras y puede dar menos miedo. Quizá quieras animar a tu hijo a utilizar ambos. Consigue un escalón o un reposapiés si es necesario. Al mismo tiempo, dejar que tu hijo elija su propio equipamiento para el baño puede hacer que se sienta más entusiasmado con este proceso de aprendizaje.
- Prepárate: Piensa en las palabras que vas a utilizar cuando tu hijo haga pis o caca. Evita todo lo que pueda sonar negativo, como “sucio” o “asqueroso”. Para que tu hijo se sienta más relajado, también puedes inventar una canción de aprendizaje o buscar una en Internet. Cántala mientras te diriges al orinal o mientras tu hijo está sentado en él.
- Prepara a tu hijo: Enséñale a tu pequeño algunas palabras o frases relacionadas con el uso del orinal o del asiento de orinal, como “pis”, “caca”, “tengo que ir”, etc. También es importante que tu hijo entienda para qué sirve el orinal, por lo que puede ser una buena idea poner pañales sucios allí o dejar que te vea usar el asiento de orinal mientras le explicas lo que ocurre.
- Ten cuidado con la dieta de tu hijo: Asegúrate de incluir mucha fibra y agua para evitar el estreñimiento, que puede dificultar el aprendizaje.
- Elige un lugar adecuado para el orinal: El cuarto de baño puede parecer el mejor sitio, ya que ayudará a tu hijo a darse cuenta de que el uso del orinal se produce allí. Sin embargo, colocar el orinal en la habitación de tu hijo o en su cuarto de juegos puede facilitarle el acceso a él.
Empieza a enseñarle a ir al baño
1. Viste a tu hijo con la ropa adecuada: Evita las prendas difíciles de quitar o con botones complicados. Opta por calzoncillos, pantalones absorbentes de entrenamiento o pantalones con cintura elástica.
2. Practica la maniobra de bajarse y subirse los pantalones: Haz que tu hijo se baje los pantalones antes de cambiarle el pañal y pídele que se los vuelva a subir después.
3. Enséñale a tu hijo a usar el orinal: Demuéstrale a tu pequeño cómo ponerse en cuclillas, limpiarse y tirar de la cadena para que luego pueda imitarte.
4. Haz que el entrenamiento para ir al baño forme parte de la rutina de tu hijo: Empieza este proceso un día en el que no tengas que salir mucho de casa. Siéntalo en el orinal por la mañana después de despertarse o aproximadamente una hora después de haber tomado mucho líquido. Pídele que use el orinal o el asiento de orinal para niños si muestra algún signo de incomodidad, como cruzar las piernas, ponerse en cuclillas o gruñir.
5. Anima a tu hijo a usar el orinal entre 15 y 30 minutos después de comer: Esto le permitirá aprovechar el movimiento intestinal natural que se produce como respuesta después de la comida, también conocido como reflejo gastrocólico.
6. Ayuda a tu pequeño a sentirse relajado y evita las vibraciones negativas: Mientras está sentado en el orinal, dale a tu pequeño su libro favorito o léele un cuento sobre cómo ir al baño. Esto lo ayudará a pasar el tiempo. Si tu hijo no hace pis o caca después de 5 minutos, deja que se baje del orinal o del asiento de orinal para niños. Tenerlo sentado demasiado tiempo podría parecer un castigo.
7. Tira de la cadena más tarde si es necesario: Si tu hijo utiliza el inodoro, ten en cuenta que el sonido de la cisterna puede asustarlo, sobre todo durante las primeras etapas del aprendizaje. Introduce este concepto poco a poco y haz de ello un juego para aliviar cualquier sentimiento negativo. Recuerda que siempre puedes tirar de la cadena más tarde si es demasiado pronto.
8. Considera los elogios y las recompensas: Elogia a tu hijo por avisarte que tiene que usar el orinal; aunque no pase nada, hazle saber que está haciendo un buen trabajo. Recuérdale que ir al baño significa que está creciendo. Prueba a colgar un calendario en el que tu hijo pequeño pueda poner pegatinas después y reduce las recompensas a medida que tu hijo progresa debido a su motivación.
9. No te olvides de la higiene: Ayuda a tu hijo a limpiarse hasta que aprenda a hacerlo por sí mismo. Recuerda que debe hacerlo de delante hacia atrás. Además, enséñales a tus pequeños el hábito de lavarse las manos después de usar el orinal, aunque no hayan hecho pis o caca.
Otros aspectos que conviene tener en cuenta
- Retrasa el aprendizaje si es necesario: Considera la posibilidad de posponer esta nueva habilidad en situaciones como una enfermedad, un viaje, la llegada de un nuevo bebé, la transición de la cuna a la cama o el traslado a un nuevo lugar.
- Informa a los demás cuidadores sobre tu enfoque: Asegúrate de que todos los miembros de la familia y las niñeras conozcan el proceso por el que están pasando tú y tu hijo. Pídeles que utilicen los mismos nombres para las situaciones relacionadas con el baño y las partes del cuerpo para que tu hijo no se confunda.
- Cambia los pañales por los calzoncillos o la ropa interior: Después de dos semanas de permanecer seco durante todo el día, tu hijo puede estar preparado para hacer esta transición. Sin embargo, es fundamental que lo dejes volver a los pañales si hay algún contratiempo.
- Prepárate para gestionar los accidentes: Evita regañar o avergonzar a tu pequeño. Utiliza frases como: “No pasa nada. La próxima vez irás antes al baño”, y ten siempre una muda de repuesto, sobre todo en el colegio. Las bolsas impermeables o de plástico también pueden ser útiles para la ropa mojada.