Cómo elegir calzado para correr
Elegir un calzado para correr no es simplemente optar por lo que se ve mejor o lo que tiene más amortiguación. También debemos tener en cuenta el tipo de pie y dónde este tiende a inclinarse cuando estamos en movimiento.
En Ideas en 5 minutos preparamos una guía rápida para escoger el calzado adecuado para correr.
1. Comprobar cuál es nuestro arco
Nuestros pies pueden tener un arco normal, plano o incluso alto. Esto afectará a la manera en que se apoya nuestro pie. Los arcos normales hacen que los pies se apoyen en las zonas correctas. Los arcos planos provocan que se apoyen demasiado hacia adentro. Los altos, por otro lado, los hacen apoyarse ligeramente hacia afuera en el momento del impacto.
Para saberlo, tenemos que mirar la suela de unos tenis de correr ya usados. Si está desgastada de manera uniforme, nuestro tipo de arco podría ser normal. Si notamos que la parte interior de las suelas es la más desgastada, es probable que tengamos un arco bajo. Por último, si la zona exterior presenta un desgaste excesivo, nuestro tipo de arco puede ser alto.
Dado que las partes más desgastadas del calzado son las que determinan el tipo de pie, esto también indicará su nivel de inclinación. Por ejemplo, una persona con la pisada neutra tiene los tenis desgastados uniformemente. Por otro lado, la zona interior de las suelas de los tenis de un pronador tendrá los signos de mayor uso. Y en el caso de un supinador, la parte exterior de las suelas será la que mostrará un desgaste excesivo.
Nota: La pronación es la forma en que el pie rueda hacia dentro antes de llegar a tocar el suelo, ya sea que esté caminando o corriendo. Es un movimiento natural del cuerpo humano, y puede variar según la persona.
2. Elegir el nivel de amortiguación
Pensemos primero en cuánta amortiguación nos gustaría tener en nuestro calzado.
- La máxima amortiguación nos ofrecerá un acolchado grueso en la zona de la entresuela. Puede ser preferible cuando se corren largas distancias, y también puede proporcionar la sensación de más suavidad.
- La amortiguación moderada significa que la amortiguación del calzado puede ir desde una suave y fina, como la de una almohada, hasta no tener ninguna en absoluto.
- La amortiguación mínima probablemente nos haga sentir el suelo debajo de los pies.
- El calzado “descalzo” (barefoot) puede darnos la sensación de correr sin tenis en absoluto. Algunos incluso pueden no ofrecernos ninguna estabilidad adicional ni soporte para el arco plantar.
Una vez decidido el nivel de amortiguación, podemos elegir el calzado en función de nuestro arco y el tipo de pie.
- El calzado neutral puede funcionar mejor para pies con arcos normales y para los que a menudo se inclinan hacia fuera. Sin embargo, es probable que no tenga funciones de control de movimiento.
- El calzado de estabilidad puede ayudar a controlar el nivel de pronación de un corredor. Puede ser adecuado para los que tengan un nivel de pronación leve o moderado.
- El calzado de control de movimiento puede ayudar a contrarrestar los altos niveles de pronación (inclinarse hacia adentro), pero también puede ser difícil de encontrar, a menos que busquemos en una tienda especializada. Algunas de sus características pueden incluir tacones más rígidos y refuerzo de arco en la entresuela.
Consejo: Elegir el ajuste adecuado.
Una buena regla para seguir es elegir unos tenis que se nos ajusten bien desde el principio. El calzado para correr no requiere de un período de adaptación. Tenemos que sentirlo seguro y ajustado a nuestros pies, sin que resbale o se deslice.