Cómo ven los niños pequeños
Cuando un bebé nace, nadie a su alrededor espera que camine, hable o se comporte como un adulto, porque sabemos que su cuerpo todavía tiene que formarse por completo. Pero no solemos pensar que esto también se aplica a la forma en que él ve el mundo.
Ideas en 5 minutos explicará en qué se diferencia la visión de un bebé de la de un adulto.
Los primeros días después del nacimiento
En los primeros días después del nacimiento, el bebé ve el mundo en blanco y negro. Puede distinguir entre la luz y la oscuridad, y entender cuando algo está en movimiento o quieto. Después de un par de semanas, puede ver borrosamente zonas oscuras y blancas delante de él.
1–2 meses
La visión del bebé sigue siendo borrosa y la distancia máxima a la que puede ver algo es de unos 30 cm. Puede detener la mirada en los objetos dentro de este rango. Ahora que tiene unas semanas, puede distinguir los colores rojo, naranja, amarillo y verde.
3–4 meses
En este período, la visión del bebé mejora y se hace más nítida. Puede ver casi todos los colores y ya puede mostrar una preferencia por ciertos tonos. Puede cambiar su atención de un objeto a otro sin girar la cabeza. Los ojos trabajan “juntos”, como en los adultos. El niño puede ver a varios metros de distancia.
5–6 meses
A los 5 meses, la visión se vuelve aún más clara. El niño distingue si un objeto está lejos o cerca de él. Sigue rápidamente con sus ojos las cosas y animales en movimiento. La coordinación visomotora mejora: esto significa que el bebé puede agarrar rápidamente el objeto que acaba de mirar.
7–9 meses
En este punto, la vista del niño es lo suficientemente clara como para distinguir los objetos que se encuentran en el otro extremo de la habitación. Puede que le gusten los juguetes con piezas móviles o los dibujos de colores vivos en los libros.