Qué es más perjudicial: los alimentos grasos o los dulces
Por un lado, nos dicen que los productos de leche entera no son tan perjudiciales como los descremados. Aunque existe la opinión de que los alimentos grasos no pueden considerarse saludables, es recomendable abandonarlos en favor de una dieta baja en grasas. Sin embargo, si los comparamos con los dulces, resulta que los alimentos grasos no parecen ser tan perjudiciales. ¿O no es así?
Ideas en 5 minutos propone, desde un punto de vista científico, intentar responder a la popular pregunta de si son más perjudiciales los alimentos grasos o los dulces.
Se puede conocer el contenido de grasa y azúcar de los productos mirando la etiqueta o consultando la información nutricional de dominio público. Pero ¿puede esto indicar los beneficios o daños del producto?
Por ejemplo, la mermelada dulce de la foto de arriba tiene casi un 50 % de azúcar, que se añade durante el proceso de cocción. Si solo se utilizaran bayas frescas y miel, ¿la mermelada sería más saludable? Por el contrario, si un aguacate contiene 21 g de grasa, ¿por qué no se considera poco saludable y se suele incluir en un menú de dieta saludable?
Tanto las grasas como los dulces se consideran poco saludables cuando se trata de grasas saturadas, grasas trans y azúcares añadidos.
Las grasas saturadas y las grasas trans contribuyen a la formación de colesterol malo, que influye en el desarrollo de enfermedades coronarias.
- Las grasas saturadas se encuentran principalmente en los productos de origen animal y en algunos aceites vegetales. Por ejemplo, se encuentran en el aceite de palma y en las albóndigas.
- Las grasas trans no existen en la naturaleza. Aparecen como un subproducto de la conversión de aceites saludables en grasas sólidas y evitan que los productos de panadería se estropeen. Por ejemplo, las grasas trans se encuentran en la margarina y en las donas dulces.
La buena noticia es que, por el bien de la salud, no es necesario renunciar a todas las grasas. Por el contrario, algunas grasas se consideran saludables:
- Las grasas monoinsaturadas se encuentran en el aceite de oliva, las nueces y la pulpa del aguacate. Gracias a ellas, se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
- Las grasas poliinsaturadas son principalmente ácidos grasos omega-3 y omega-6 que se encuentran en los pescados grasos (sardinas, salmón), las nueces y las semillas de lino. Ayudan al organismo a formar células sanas y fibras nerviosas. Su consumo reduce el riesgo de coágulos en la sangre e inflamación.
Los azúcares pueden situarse en el límite entre lo perjudicial y lo saludable. Algunos azúcares son de origen natural, como la fructosa (en la fruta) o la lactosa (en la leche). Estos azúcares no son peligrosos si se consumen en cantidades razonables como parte de una dieta equilibrada.
No se puede decir lo mismo de los azúcares añadidos (sacarosa). No se encuentran en los alimentos y bebidas, sino que se añaden durante el proceso de producción para mejorar el sabor. El azúcar añadido se encuentra en dulces, galletas, helados, zumos, salsa de jitomate, algunos panes y otros productos. Debido a su gran difusión, es difícil que el ser humano consuma azúcar añadido en pequeñas cantidades, lo que aumenta el riesgo de diabetes, obesidad y otras enfermedades.
Pero ¿qué es más perjudicial: los alimentos dulces o los grasos?
Los médicos aconsejan respetar la cantidad diaria recomendada de alimentos dulces y grasos y limitarse a lo siguiente:
- azúcares añadidos: no más de 35 g para los hombres y 25 g para las mujeres;
- grasas saturadas: no más del 5-6 % de la dieta diaria;
- grasas trans: no más del 1 % de la dieta diaria.
Además, hay que tener especial cuidado con los alimentos que contienen azúcares añadidos y grasas poco saludables a la vez. Estos alimentos son más adictivos, promueven la sobrealimentación y como consecuencia, conducen a la obesidad. En otras palabras, consumir alimentos azucarados y ricos en grasas es mucho más peligroso que simplemente comer alimentos grasos o azucarados.