Antes de enviar tu carta, sería ideal que pudieras hablar con los empleados de la empresa. Puedes recurrir a la plataforma LinkedIn y realizar una investigación acerca de cómo es la compañía en general y cuáles podrían ser tus chances de sorprender al reclutador a través de tu carta de presentación.
Por ejemplo, si la persona que llevará a cabo tu entrevista es fanática de algún deporte que practicas, puedes tomarlo como un punto de partida y mencionarlo como un pasatiempo para crear familiaridad con el entrevistador.
Tienes que ser individual, creativo y real. A diferencia del CV, la carta te permite mayor libertad para ser tú mismo. Por lo tanto, hay que ser cuidadoso en la forma de escribir, ya que debes reflejar tu personalidad.
La carta debe ser concisa: tal como señala la expresión popular “menos es más”. Algunos expertos recomiendan que tenga solo 3 sencillos párrafos para que pueda ser leída rápidamente.
Si es una carta de presentación digital, ten siempre en cuenta las condiciones de los archivos adjuntos. Estos deben tener datos actualizados y estar correctamente presentados a la hora de enviar tu carta. También conviene dejar pasar unos días y volver a leer el texto: esta es una buena forma de encontrar errores de ortografía que quizá fueron pasados por alto al momento de realizar la última redacción.

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