La palabra “milla” proviene de la medida romana de distancia equivalente a 1000 pasos (mille passus). De acuerdo con una de las versiones, la milla inglesa proviene de la milla romana, la cual frecuentemente lleva implícita esta unidad de medida.

Durante mucho tiempo, no existía un estándar único sobre la distancia exacta que representaba una milla. Por ejemplo, en la Edad Media podía ser 1000 pasos o 5000 pies ingleses (1,524 km). El estándar moderno se remonta al inicio del Parlamento de pesas y medidas de 1593, adoptado durante el mandato de Isabel I. Ahí se definió una milla como 5280 pies (1,609 km). En 1959 se fijó como milla internacional. En la actualidad, su equivalente sigue siendo de 5280 pies ingleses o 1,609344 km.

La milla se utiliza para medir distancias en una cantidad limitada de países. En particular, en EE. UU., Gran Bretaña y sus territorios de ultramar, pero también se puede ver en Liberia y Birmania.

La milla como unidad de distancia en tierra se puede encontrar como “milla terrestre” o “milla estatutaria”. Esto es necesario para diferenciarla de otras medidas, en las que también aparece la palabra “milla”. Por ejemplo, la milla marina, unidad de medida de navegación naval, aérea y espacial, que equivale a 1852 metros.

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