No todas las tareas serán igualmente importantes y tampoco podrás controlar todo. Trata de concentrar tu energía y atención en actividades pequeñas y consistentes. Hacer esto significará que los cambios pequeños pero significativos que estás haciendo podrán recompensarte con buenos resultados.

Consejo: utiliza la matriz de urgencia-importancia, que es un método visual para dividir tus tareas. Tendrás 4 casillas para llenar:

Hacer (tareas que debes completar de inmediato)
Decidir (tareas que necesitas priorizar y programar para evitar hacerlas en el último minuto con prisa)
Delegar (tareas urgentes, pero no importantes)
Eliminar (tareas que no son ni urgentes ni importantes)

Para llenar esta matriz, haz una lista de tareas pendientes y responde 2 preguntas: “¿Cuáles serían las repercusiones de no completar esta actividad?” y “¿Puedo delegarla?”. Una vez que cuentes con las respuestas, es posible que tengas una idea de cuáles son tus tareas importantes y cuáles puedes hacer más adelante.

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