Toma pétalos de rosa frescos.
Coloca una parte de ellos en agua, ponla en la estufa y deja que alcance el hervor, luego tápala y deja que hierva a fuego lento durante 5-7 minutos. De este modo obtendrás agua de rosas.
Luego saca los pétalos del agua, agrega un poco de miel, revuelve y sumerge los pétalos frescos en ella.
A continuación, coloca estos pétalos sobre tu rostro como si fuera una mascarilla. Déjalos unos minutos y luego retíralos. Después, en caso de ser necesario, aplica una crema hidratante y una base de maquillaje.

Ojo: antes de aplicar esta mascarilla, pruébala en un área pequeña de tu piel y asegúrate de no tener alergia a sus ingredientes.

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