El frío afecta los diferentes sistemas del automóvil de diferentes maneras. Algunas de ellas pueden funcionar peor a bajas temperaturas que en las estaciones cálidas. Los siguientes sistemas y fluidos son particularmente susceptibles a las heladas:

Batería. En climas fríos, la reacción química dentro de la batería es más lenta, por lo que produce menos corriente eléctrica. Y esto, a su vez, puede causar problemas con el arranque.
Aceite de motor. Bajo la influencia de las bajas temperaturas, el aceite del motor se vuelve más espeso y menos fluido. Su movimiento a través del motor se ve obstaculizado, lo que aumenta aún más a la carga de la batería. Si la batería ya tiene problemas de carga, es posible que el automóvil no arranque.
Sistema de combustible. En algunos casos, pueden existir gotas de humedad en los conductos de combustible que se congelan a bajas temperaturas y bloquean el flujo del mismo. Y si no se suministra combustible al motor, este no arrancará.
Carburador. Algunos autos más antiguos pueden tener carburadores con boquillas pequeñas que son muy sensibles a las heladas. Pueden obstruirse con hielo e interferir con el funcionamiento normal del automóvil.

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