Bambú
Esta tela está hecha de fibras de esa planta. Es muy suave, ligera y duradera, y su textura es algo similar a la de la seda. Este material tiene buenas propiedades antibacterianas y de absorción de la humedad, por lo que la ropa interior hecha de él es adecuada para personas con piel sensible y para las que llevan un estilo de vida activo.
Sin embargo, debido a su capacidad para absorber bien la humedad, el bambú puede retener grandes cantidades de sudor y otras secreciones, favoreciendo así el crecimiento de gérmenes.
Seda
La ropa interior de seda, al contrario de lo que se piensa, es muy duradera y cómoda de llevar. La seda es bastante absorbente y de secado rápido. Incluso es más transpirable que el algodón y permite que el cuerpo respire.
Entre las desventajas de la ropa interior de seda se pueden destacar algunas dificultades para cuidarla y un precio bastante elevado.
Algodón
Este es un tejido más conveniente para confeccionar la ropa interior que muchos otros. Sus fibras son suaves, transpirables, bastante duraderas y fáciles de teñir. La ropa interior de este material no requiere cuidados especiales y es capaz de soportar numerosos lavados. Es apta para personas con piel sensible.
Las prendas íntimas de este material pueden no ser adecuadas para quienes llevan un estilo de vida muy activo, ya que pueden retener la humedad durante mucho tiempo. Además, en algunos casos, el algodón es propenso a encogerse.
Poliéster
El poliéster es la fibra sintética más común. Tiene buena estabilidad térmica y de color, elasticidad, secado rápido, no se arruga y se encoge mucho menos que el algodón. Es duradero, y a menudo se utiliza para confeccionar ropa interior deportiva, ya que no retiene la humedad, sino que la evacua, permitiendo que se evapore.
Aunque el poliéster es muy conveniente para los meses más fríos, puede dar demasiado calor en climas más cálidos. Además, puede retener olores.

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