Las cosas frágiles son aquellas que consideramos fáciles de estropear o romper. Por lo general, es algo delicado, delgado, quebradizo o hecho de un material muy suave o frágil. Por ejemplo, a menudo, un copo de nieve, un ala de mariposa o una burbuja de jabón se denominan frágiles.

Por otro lado, la fragilidad es una propiedad física: el material sólido se deteriora bajo la carga, pero después de retirarla, no hay deformaciones visibles. Sencillamente, si un objeto se divide a la mitad, después, al poner las mitades juntas, coincidirán perfectamente formando un solo objeto. En este sentido, lo opuesto a la fragilidad es la ductilidad.

Uno de los materiales frágiles más famosos es el vidrio. Pero el ladrillo también se considera frágil. A pesar de esto, resiste bien la compresión y también tiene otras características importantes: es ignífugo, no requiere procesamiento adicional para resistir la humedad, absorbe el ruido y no deja pasar el calor. Por lo tanto, al usar este tipo de material, la gente construye casas fuertes y duraderas.

Además del vidrio y el ladrillo, el acero con alto contenido de carbono para herramientas también se considera uno de los materiales frágiles.

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