Este es un proceso natural de la vida de cada gata. No suele tener dolor. Sin embargo, conviene saber cómo comportarse con tu mascota durante este periodo para que sea lo más cómodo posible tanto para ti como para tu gata.

Si la preñez de tu gata no entra en tus planes, mantenla alejada de los gatos. Durante este tiempo tiene un fuerte impulso de huir y buscar una pareja de apareamiento. Asegúrate de cerrar todas las posibles vías de escape.
Proporciona lugares de descanso adicionales para tu gata. Preferiblemente calientes (las mantas eléctricas también sirven).
Limpia la caja de arena más a menudo.
Proporciona atención adicional a la gata: esto ayudará a aliviar el estrés durante el celo.
Ofrecer a tu gata un espacio para que juegue y tenga un comportamiento depredador puede ayudar temporalmente a que se calme y se distraiga.
Si tu gata es sensible a la hierba gatera, esta hierba puede ayudarle a calmarse temporalmente.
Muestra paciencia. Las gatas ruidosas, agresivas y propensas a los intentos de escape pueden ser molestas, pero es importante tener paciencia con tu mascota. La gata no tiene la culpa de que su comportamiento sea impulsado por el instinto. Un poco de paciencia y cuidado por tu parte le ayudará a superar este periodo con el menor estrés y malestar posible.

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