Las vibrisas cumplen algunas funciones a la vez.

Búsqueda de presas. Las vibrisas aumentan las posibilidades de una cacería exitosa. Captan las corrientes de aire y ayudan a los gatos a determinar si su presa se encuentra a favor o en contra del viento. También proporcionan información sobre la ubicación especial y movimientos de su presa.
Lenguaje corporal. La posición de los bigotes permite identificar fácilmente cuál es el estado de ánimo del gato. Si las vibrisas están apuntando hacia el frente, esto significa que el animal se ha interesado en algo. Si están apuntando ligeramente hacia atrás, el gato siente un creciente estrés. Si están retraídas y pegadas, el animal tiene miedo.
Medición de temperatura. Las vibrisas están equipadas con una gran cantidad de terminaciones nerviosas, cada una de las cuales es un complejo receptor. Con su ayuda, un gato puede detectar los más mínimos cambios de temperatura, presión y flujo de aire.
Visión nocturna. Un gato depende en gran medida de sus vibrisas al orientarse en la oscuridad. Detectan ligeras vibraciones y construyen un mapa tridimensional de lo que sucede a su alrededor. Un felino apunta con sus bigotes hacia adelante para seguir cualquier movimiento.

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