Con ayuda del olfato, podemos reconocer un complejo mayor de histocompatibilidad o CMH, que es importante en el sistema inmunológico. Por lo general, entre más diversos sean los genes CMH de los padres, más fuerte será el sistema inmune de la descendencia. Desde hace mucho tiempo, los científicos saben que animales como los ratones y las ratas pueden determinar, tras oler la orina, qué tan compatibles son genéticamente. Los humanos también tienen esta habilidad, pero, por suerte, no se requiere oler este fluido.

El biólogo suizo Claus Wedekind es famoso por su “estudio con la playera sudada”. Pidió a los hombres que usaran la misma playera durante 2 días sin aplicarse desodorante, agua de colonia o jabón perfumado. A continuación, se les pidió a diferentes mujeres que olieran estas prendas y señalaran las opciones más atractivas para ellas. Los resultados mostraron que a las mujeres les atraían más los hombres con un CMH lo más diferente posible al suyo.

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