Pon a hervir un poco de agua y baja el fuego. Coloca un recipiente resistente al calor sobre el agua hirviendo y bate 3 yemas de huevo. Agrega vinagre y sigue batiendo hasta obtener una textura espumosa (revisa los puntos n.º 1, n.º 2 y n.º 3). Agrega sal, pimienta y jugo de limón al gusto. Cubre el bol con la mezcla de salsa holandesa y reserva.
Fríe por ambos lados un par de lonchas de jamón de Parma o tocino en 4 cucharadas de aceite de oliva. Si prefieres otros tipos de jamón o tocino, úsalos (revisa el punto n.º 6).
Hierva el agua a fuego moderado para escalfar los huevos lentamente, ya que la fuerza del agua hervida con intensidad puede literalmente hacer que el huevo explote. Ponla a fuego medio. Añade un chorrito de vinagre blanco. Remueve el agua para hacer un remolino. Puedes comenzar a colocar los ingredientes en capas, colocando 2 rebanadas de tocino (frito) en cada una de las mitades de panecillos ingleses mientras se calienta el agua para escalfar los huevos.
Rompe un huevo en una taza de té y colócalo en el centro de la olla con agua. Espera 3 minutos para que la clara de huevo se cocine. La yema seguirá siendo líquida. Sabrásque los huevos están listos cuando se mueven hacia arriba, flotando en la superficie del agua.
Retire el exceso de clara y coloca el huevo en un plato. Repite el proceso con los 3 huevos restantes y condimenta al gusto. Asegúrate de que no se enfríen.
Corta los panecillos ingleses por la mitad para que puedas tostar ambas partes (revisa los puntos n.º4 y n.º5).
Tan pronto como el huevo escalfado drene el exceso de agua en una toalla de papel, colócalo con cuidado sobre el panecillo tostado. Usa una cucharada o cucharón para glasear la salsa holandesa sobre el huevo.

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