Estos cortes deliciosos en la corteza ayudan a evitar grietas en el producto recién horneado. Si los cortes no se hacen, entonces la masa puede estallar en los lugares más inesperados. Durante el horneado, la levadura libera una cantidad excesiva de dióxido de carbono. Si no se hace un corte especial, entonces el gas forma una burbuja en el punto más débil de la masa. Cuando la burbuja se hace muy grande, finalmente rompe la superficie exterior del pan, lo que conduce a la formación de una corteza desigual. No solo se ve mal, sino que también empeora la textura del pan.

A algunos panaderos les gusta hacer un corte largo, mientras que otros prefieren hacer muchos cortes pequeños, lo que crea ese aspecto de pan recién horneado. Sin embargo, independientemente de la elección del panadero, el objetivo de estas manipulaciones es garantizar que la masa, al ser expuesta a altas temperaturas, se eleve de manera correcta, predecible y constante.

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