Cuando sacamos la ropa del tendedero, tenemos que decidir qué hacer con ella: plancharla o directamente guardarla en el armario.

Por desgracia, nuestra ropa recién lavada no está tan limpia como creemos. Las bacterias de la lavadora pueden sobrevivir de ciclo en ciclo. El hecho es que solo las temperaturas suficientemente altas las matan (algunas bacterias sobreviven incluso a 60°C). Sin embargo, no todas las prendas pueden lavarse en esas condiciones, por lo que los expertos recomiendan no prescindir de la plancha.

Se cree que la mayoría de los gérmenes se encuentran en la ropa interior. La ropa puede “contener” bacterias fecales y gérmenes de infecciones genitales, como hongos de levadura. Planchar la ropa interior la hará más esterilizada. Por ejemplo, planchar la ropa interior es esencial para las personas que padecen infecciones por hongos.

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