Cremas hidratantes y lociones de venta libre. Mantienen la piel hidratada, minimizando al mismo tiempo la formación de imperfecciones. Hay que aplicarlas varias veces al día, especialmente después de la ducha, cuando la piel aún está húmeda. Los expertos recomiendan productos con lactato de amonio y alfa hidroxiácidos.
Aceite de coco. Es perfecto para el cuidado de la piel dañada. No solo tiene propiedades hidratantes, sino también antiinflamatorias y antibacterianas.
Agua. La falta de agua en el organismo puede exacerbar la aparición de la queratosis pilar. Para mantener la piel hidratada y minimizar el riesgo de padecerla, hay que beber mucho líquido.
Exfoliación. Una esponja, un gel exfoliante o un exfoliante común también pueden mejorar el estado de la piel. Hay que frotar suavemente las zonas afectadas con movimientos circulares mientras uno se ducha. Pero no hay que frotar demasiado fuerte, ya que esto puede irritar la piel y empeorar los síntomas.
Cuidado adecuado de la piel. La mayoría de las personas notan que la condición de su piel mejora cuando siguen estas recomendaciones:
— No ducharse durante mucho tiempo, tratar de estar bajo el agua por no más de 15 minutos.
— Bañarse con agua tibia, no caliente.
— Usar un jabón exfoliante suave o gel de ducha.
— Hidratar la piel a diario.
Ropa. No usar ropa ajustada. La fricción puede causar irritación de la piel.
Humedad. Mantener en casa el aire húmedo utilizando un humidificador.

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