Un diente se compone de 3 capas, pero el color solo depende de 2 de ellas. El esmalte es la capa externa. Debido a que es translúcido, a través de él brilla la capa intermedia, conocida como dentina. Una buena higiene bucal y la elección correcta de alimentos y bebidas ayudará a ralentizar el proceso natural del desgaste del esmalte.

El color de la dentina es muy importante porque determina cuál será el tono natural del diente. Los dientes de leche parecen blancos porque tienen una capa fina de dentina de color amarillo claro. Pero lamentablemente, los permanentes tienen una capa más profunda de tonalidad amarilla.

Si quieres blanquear tus dientes, el dentista te pedirá que utilices una escala específica. En ella hay 4 gamas de colores denominadas A—D, e incluyen las siguientes tonalidades.

Marrón rojizo (A)
Amarillo rojizo (B)
Gris ©
Gris rojizo (D)

Existe una gran cantidad de métodos para blanquear los dientes: limpieza y pulido diarios, geles que se pueden comprar sin receta y aplicarse en casa, procedimientos láser clínicos, carillas. Siempre debes de consultar a tu dentista antes de empezar cualquier tratamiento de blanqueamiento, incluso si se hace en casa. Un procedimiento incorrecto puede conducir a un daño en el esmalte dental, caries o dientes translúcidos, así como dientes perlados.

Para determinar el grado de blancura de tus dientes, mira el blanco de tus ojos. De preferencia, tu esmalte dental no debe de ser más blanco que el de ellos.

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