Según las investigaciones, el dióxido de cloro puede ayudar a eliminar las bacterias orales y a tratar el mal aliento. Por lo tanto, usar un enjuague bucal con este compuesto puede ser una buena alternativa para reducir el olor a ajo y a cebolla, especialmente si este producto de cuidado dental tiene aromas fuertes, como la menta. Solo hay que recordar que, al utilizar un enjuague bucal con este ingrediente, hay que tener cuidado de no tragarlo. Si se ingiere, el dióxido de cloro puede provocar síntomas adversos y efectos graves para la salud.

El bicarbonato de sodio es otra forma de deshacerse del aliento a cebolla. Los estudios han demostrado que este compuesto puede ser eficaz contra las bacterias dentales. Por ello, los expertos recomiendan enjuagarse la boca con este componente.

Puedes preparar tu propio enjuague bucal diluyendo 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio en una taza de agua tibia. A continuación, haz buches durante 30 segundos y escúpelo.

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