Al cantar, las cuerdas vocales realizan unos 400 movimientos vibratorios por segundo.
Las cuerdas vocales son de color blanco.
El susurro exige más al aparato vocal que el hablar en voz baja.
La voz femenina se considera más compleja que la masculina.
Las cuerdas vocales protegen las vías respiratorias de la asfixia impidiendo que la comida, la bebida y la saliva entren en la tráquea.
El cerebro reacciona de forma diferente al sonido de las voces. La masculina provoca actividad en el “ojo de la mente” en la parte posterior del cerebro. Y la femenina, en la parte auditiva, donde es más fácil decodificar lo que oímos. Esta característica probablemente hace que las voces de las mujeres parezcan más claras.
Las personas a las que les molestan las voces en la cabeza casi siempre oyen voces masculinas. Según los científicos, la voz femenina es más compleja, por lo que al cerebro le resulta más difícil falsearla.
El sonido de una voz no solo ayuda a oír a una persona, sino también a visualizar su aspecto, así como a determinar su sexo y edad. Es una herramienta importante para identificar a la persona que oímos pero no vemos.
Las 12 notas musicales que conocemos, en las que se basa casi toda la música, son el resultado del uso humano de la voz durante muchos años de evolución.

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