11 Datos sobre animales que no todos los profesores de biología conocen
A pesar de que en los libros de biología algunos animales se describen con suficiente detalle, a menudo no se revelan los datos más interesantes. Por ejemplo, ¿sabías que los perros pueden ser más peligrosos que los cocodrilos y que un gallo podría quedarse sordo con su canto, o que los gatos saben su nombre, pero muchas veces solo nos ignoran? Puedes encontrar todo esto y mucho más en nuestro artículo de hoy.
En Ideas en 5 minutos recopilamos algunas curiosidades que nos harán ver la vida de los animales desde un nuevo punto de vista.
1. Los elefantes pueden averiguar mucho escuchando la voz de una persona
Basándose en las señales sonoras, visuales y olfativas, los elefantes pueden determinar la etnia, el sexo y la edad de una persona.
2. Los perros son más peligrosos que los cocodrilos
Aunque el perro sea el mejor amigo del hombre, también causa entre 25 000 y 35 000 muertes por año en todo el mundo. Por supuesto, no es debido a que estos animales sean agresivos con nosotros, sino porque tienen la capacidad de transmitir el virus de la rabia a través de sus mordeduras. Y esta infección suele terminar de manera trágica.
Los cocodrilos se llevan alrededor de mil vidas humanas al año. Si bien se considera que este número podría ser un poco más alto, aún es bastante bajo en comparación con la cantidad de muertes que causan los perros.
Por cierto, las criaturas más peligrosas del mundo son los mosquitos. Cada año, de 750 000 a 1 millón de personas mueren a causa de las enfermedades que se transmiten a través de sus picaduras.
3. Los ajolotes pueden hacer crecer casi cualquier parte de su cuerpo, e incluso restaurar parcialmente el corazón y el cerebro
Estos anfibios tienen la capacidad de recomponer casi cualquier parte de su cuerpo, incluso el corazón y el cerebro. También pueden vivir sin ningún problema con órganos trasplantados de otros ajolotes. En 1968, unos investigadores demostraron que era posible trasplantarle a un ajolote la cabeza de otro y aun así podía vivir una vida normal.
4. Las plumas de los flamencos en realidad no son rosadas
Los flamencos no nacen rosados. Las plumas de las aves jóvenes permanecen de un color blanco grisáceo hasta que comienzan a alimentarse de un crustáceo diminuto llamado Artemia salina y de algas verdeazuladas que contienen un tinte natural. Para muchos otros animales, las sustancias contenidas en estos organismos resultan venenosas. Sin embargo, los flamencos tienen un metabolismo especial que les permite procesar estas toxinas; durante este proceso, se liberan ciertos pigmentos que son los responsables del color de su cuerpo.
Por cierto, en el cuerpo de estas aves no solo las plumas se vuelven de un color rosa anaranjado, sino también la piel, las membranas mucosas e incluso la capa de grasa.
5. Los gallos podrían quedarse sordos por su propio canto
La intensidad del canto de un gallo es comparable en fuerza con el sonido de una motosierra en marcha. Y si el aparato auditivo de un gallo funcionara de la misma manera que el de una persona, el ave gradualmente se volvería sorda por su canto.
Entonces, ¿por qué los gallos no pierden la audición? Los científicos han descubierto que la mitad de su tímpano está cubierto con un tejido blando que reduce el ruido entrante. Y cuando un gallo echa la cabeza hacia atrás para cantar, otra pieza de tejido cubre el canal auditivo por completo, actuando literalmente como tapones para los oídos.
6. La lengua de una ballena azul pesa casi lo mismo que un elefante
La lengua de una ballena azul pesa alrededor de 2,7 toneladas, que es comparable con el peso de un elefante de tamaño promedio. Y el corazón de la ballena pesa lo mismo que un automóvil mediano.
7. Las huellas dactilares de los koalas son casi idénticas a las de los humanos
No solo los humanos tienen huellas dactilares, también las tienen algunos monos, como los gorilas y los chimpancés. Pero las huellas de estos primates son diferentes de las humanas. Sin embargo, no se puede afirmar lo mismo de los koalas. Incluso con un análisis cuidadoso bajo un microscopio, los científicos no pueden distinguir con facilidad si una huella dactilar pertenece a un dedo humano o al dedo de un koala.
8. El colmillo de un narval en realidad no es un cuerno, sino un diente
Una característica distintiva de los narvales es su largo colmillo en espiral, que tiene el aspecto de un largo cuerno. Este diente, hueco por dentro, sobresale de la boca del animal y crece durante toda la vida; puede alcanzar una longitud de 1,5-3 m y pesar unos 10 kg. Aproximadamente a 1 de cada 500 machos también le crece un segundo colmillo. Algunas pocas hembras también presentan esta característica.
Los machos narvales se valen de la belleza de sus colmillos para atraer a las hembras.
9. La mordida de un hipopótamo es más fuerte que la de un jaguar o un tiburón
El jaguar tiene el récord de la mordida más poderosa entre los felinos. Sus dientes son tan fuertes que pueden atravesar fácilmente los caparazones de las tortugas. Sin embargo, los colmillos de un hipopótamo son aún más potentes. Crecen durante toda su vida y pueden alcanzar una longitud de más de 70 cm.
10. Los gatos distinguen su nombre de otras palabras
Los científicos aseguran: los gatos siempre reconocen su nombre, aunque no te respondan. ¿Por qué el gato actúa así entonces? Es que simplemente no se siente obligado a prestarte atención.
11. La tortuga no vive en su caparazón, ella es el caparazón
El caparazón de una tortuga no es su casa, sino una estructura ósea que se forma debido al crecimiento de sus huesos costales. Durante el transcurso de la evolución, el caparazón se fusionó con las costillas y la columna vertebral. Aunque quisiera, la tortuga no podría salir de su casa.