Cómo enseñarle a tu gato a dejar de morder
A muchas personas les resulta curioso ver cómo un gatito travieso imita a un depredador adulto, tratando de arañar o morder a su dueño. Pero pasa el tiempo, la mascota crece y este hábito sigue existiendo. Entonces, los dueños lo justifican creyendo que es por el mal carácter del gato o incluso que es su comportamiento natural.
Ideas en 5 minutos te explicará por qué los gatos rasguñan y muerden a sus dueños y qué hacer para que dejen este mal hábito.
Paso 1: observar
Observa a tu mascota. Examina con qué frecuencia y en qué situaciones te rasguña o muerde: qué hace antes de hacerlo, si muestra agresión o lo considera parte del juego y cómo se comporta después de eso. Al conocer estos detalles, es más fácil analizar el comportamiento y entender qué motiva a la mascota en esta situación.
Paso 2: determinar la causa
- Estrés e irritantes
Los gatos prefieren el silencio y la tranquilidad, no les gustan los olores fuertes. Si hay muchos sonidos extraños en la casa, tales como la tele a un volumen alto o gritos frecuentes, el gato se irrita y puede comenzar a atacar al dueño, mostrando su agresión.
Los olores fuertes —tales como el del vinagre, las frutas cítricas, los aceites vegetales y el ajo— tienen el mismo efecto. Para tranquilizar a tu mascota, controla el nivel de ruido y ventila la habitación con más frecuencia.
Por cierto, los gatos también se vuelven más irritables durante la pubertad, y las gatas durante el embarazo y la lactancia.
- Falta o exceso de atención
Probablemente a tu mascota le haga falta tener más contacto físico contigo. En este caso, no es suficiente comprarle juguetes, ya que se requiere una interacción y comunicación. Por ejemplo, jugar con tu gato.
También puede pasar al revés: el estrés puede ser provocado por la atención excesiva del dueño, para quien la mascota es más bien un juguete que se puede acariciar en cualquier momento.
- Formas incorrectas de comunicarse y jugar
A menudo, el comportamiento de un gato depende de las condiciones en las que creció. Si en la infancia sus dueños lo provocaban a expresar la agresión permitiéndole atacar sus brazos y piernas, entonces continuará haciéndolo en la edad adulta.
Además, algunos tipos de juegos pueden afectarlo. Por ejemplo, si intentas deliberadamente impedirle al gato el poder concentrarse en la caza o agitar el cebo frente a su nariz demasiado rápido, obligándolo a girar rápidamente la cabeza. Esto lo enojará, y morderte o rasguñarte será una respuesta a tu comportamiento para detenerte.
- Dominio
La mascota puede morder y arañar para mostrar su estado dominante en relación con el dueño o para advertir que él controla la situación y está listo para atacar en caso de que le causes molestia o dolor. En ambos casos, es necesario cambiar la relación con el animal para que se base en el respeto y la confianza mutua.
- Miedo
Frecuentemente, un ataque hacia el dueño es consecuencia del miedo experimentado por el animal ya sea por una mudanza, encuentros con desconocidos en la casa o la aparición de una nueva mascota. Si rodeas a tu mascota con comodidades, puedes deshacerte de este estado aún más rápido. Por ejemplo, no permitas que los invitados hagan movimientos bruscos o intenten tocar al gato, porque él debe ser el primero en acercarse. Después de mudarte a una nueva casa, elige un lugar donde colocarás las cosas favoritas de tu gato: su cobija favorita, peluches, una casita o un colchón. De este modo, tendrá un rincón cómodo con olores habituales en un lugar desconocido.
- Problemas de salud
A veces, el gato ataca porque le duele algo. Quizás esto suceda cuando lo cargan o simplemente lo acarician. Además, puede pasar que este comportamiento se manifieste durante el cambio de dientes o al tener enfermedades en la cavidad bucal. En este caso, una visita al veterinario puede ayudar.
Por cierto, los parásitos también pueden causar dolor, por eso no se recomienda saltarse el tratamiento preventivo regular.
Paso 3: deshacerse de un mal hábito
Si los ataques se han convertido en una parte del comportamiento diario de tu mascota, después de eliminar la causa, cambia las condiciones de vida de tu gato:
- Perfecciona el diseño de su cuarto: coloca más colchones, repisas, casitas o simplemente pon más rincones privados en donde tu gato pueda esconderse. Quita los objetos peligrosos y fáciles de romper de la zona donde el gato juega a menudo. No te adaptes por completo a tu mascota, pero dale un espacio en donde se sienta libre. Por ejemplo, coloca su colchón cerca del calentador y pon una cobija en la orilla del sofá en donde al gato le guste jugar y descansar para protegerlo de daños.
- Crea más condiciones en las que tu mascota pueda utilizar sus habilidades naturales. Por ejemplo, envuelve sus bocadillos en un papel o escóndelos en cajas de cartón, así el gato tendrá que realizar un esfuerzo físico y mental para conseguirlos.
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No regañes y tampoco castigues a tu gato. Este enfoque solo intimida al animal e impide establecer relaciones de confianza. Si tu gato hace algo malo, detenlo durante el proceso con un sonido fuerte: chasquea los dedos o aplaude y al mismo tiempo mira directamente a sus ojos. Si es necesario, carga a tu mascota y aléjala del lugar u objeto prohibido. Utiliza el método de estimular con premios para enseñarle una acción determinada.
- Rechaza los juegos en donde tus manos o piernas actúen como el blanco. Usa como juguete un objeto que pueda ser mordido y rasguñado en cualquier momento.
- Interactúa con tu gato más a menudo: puedes jugar con él, estar en la misma recámara e incluso hablarle. El gato entenderá que la atención está dirigida hacia él por la entonación, la mirada y tus movimientos.
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Respeta el espacio personal del animal. Cualquier ser vivo debe tener un rincón donde bajo ninguna circunstancia entrará un desconocido. De lo contrario, al gato le costará trabajo relajarse y siempre estará listo para atacar y responder al peligro. Como resultado, se pueden obtener un agotamiento crónico, irritabilidad y agresión.