Cómo pasear a un perro correctamente
¿Qué puede haber de complicado en pasear a un perro común, verdad? Pero los paseadores experimentados saben que el comportamiento incorrecto del dueño no solo puede destruir las relaciones con los vecinos, sino también dañar gravemente la salud de la mascota.
En Ideas en 5 minutos preparamos algunos consejos sobre cómo pasear a un perro debidamente.
Traten de pasear a la misma hora
Se recomienda pasear con perros adultos al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche. La temperatura en esa hora es bastante agradable (sobre todo en verano) y no hay tanta gente en la calle. En general, la respuesta a la pregunta “¿Con qué frecuencia hay que pasear al perro?” depende de factores tales como la edad, el nivel de actividad, el estado de salud y la raza. Los canes jóvenes y enérgicos necesitan paseos frecuentes, mientras que los mayores con problemas de salud se las pueden arreglar con menos tiempo. Sin embargo, los cachorros tienen que salir con mucha más frecuencia antes de acostumbrarse al régimen. Los viejitos también pueden necesitar paseos adicionales.
La duración y la intensidad del paseo también dependen de la raza y el estado físico de la mascota. Los canes de caza, los guardianes y los pastores necesitan más actividad física para sentirse bien que las razas pequeñas.
El mal clima acorta el tiempo del paseo, pero no lo anula en absoluto: el perro debe tener ropa adecuada que no restrinja el movimiento y calzado especial en caso de heladas severas. Es importante considerar que si la mascota no ha usado antes tal calzado, será mejor entrenarla gradualmente. Por ejemplo, ponérselo por aproximadamente una hora todos los días durante una semana. No hay que dejar al perro con calzado sin supervisión ni ponérselo si sus patas están mojadas o lesionadas de alguna manera. Se permite dejar el calzado puesto por no más de 5 horas; de lo contrario, el calor puede causarle molestias e irritación.
Ponle la correa o la pechera antes de salir del departamento
Prepárense para pasear con anticipación y en un ambiente tranquilo: puede haber algo que distraiga a la mascota en las escaleras o en el ascensor. Además, muchas personas se sienten incómodas al ver a un perro sin correa, sin importar su tamaño.
Hay que comprar correas y pecheras de la talla precisa y prestar atención al material. Según algunos expertos, es mejor no usar la correa.
Siempre repone las reservas de bolsitas en los bolsillos
A veces, una o dos bolsitas pueden no ser suficientes, y si quedan más, compártelas con otros dueños de perros menos responsables.
También hay que llevar algunas delicias para recompensar el buen comportamiento y agua, especialmente en los días calurosos y antes de hacer ejercicio.
Piensa a dónde irán y que van a hacer
Planifica varias opciones de ruta. Si vas a entrenar al perro, sigue el camino habitual para que la mascota no se distraiga con olores ajenos y entornos desconocidos. Si solo están paseando, exploren nuevos territorios. Trata de acostumbrar a la mascota gradualmente a los lugares ruidosos y concurridos, pero siempre eviten los parques infantiles y los campos deportivos.
En la puerta, entra y sal primero, para que el animal entienda quién es el líder en su pequeña manada. Lleva al perro constantemente de un lado y, si es posible, principalmente por el pasto, no por el asfalto, que puede estar caliente en verano y rociado con reactivos en invierno.
Si el perro tira de la correa, detente y quédate parado hasta que esta se afloje. Continúa caminando mientras la correa esté floja. Si el perro vuelve a jalarla, detente de nuevo. No sucederá de inmediato, pero la mascota entenderá cuál es la respuesta a su acción y dejará de arrastrarte.
Estando en el parque, déjalo libre solo cuando estés absolutamente seguro del adiestramiento de tu perro y sepas que en un cien por ciento de los casos responderá a su nombre y vendrá corriendo hacia ti, sin prestar atención a las distracciones externas.
Fíjate que el perro no levante nada del suelo
No te distraigas con tu teléfono mientras pasean: tu mascota siempre debe estar supervisada. Nunca se sabe qué puede encontrar en el camino y comérselo.
Si a pesar de todo no te diste cuenta, intenta quitarle su “hallazgo”.
Cumple con la etiqueta canina
No evites la comunicación con otros perros, pero siempre mira cómo reacciona el otro animal y si su dueño está a favor de tal contacto. Si el animal está tenso, baja la cabeza y mira de cerca, cubre a tu mascota con tu cuerpo y sigue caminando. Si la comunicación es posible, acérquense lentamente, de un lado, tal como lo hacen los mismos perros. Deja espacio libre para todos los rituales del saludo.
Si algo salió mal, llévate de inmediato a tu amigo de cuatro patas y trata de calmarlo para que los futuros encuentros con sus semejantes no se asocien con algo negativo.
Siempre hay que lavar las patas
Lava las patas de tu perro incluso cuando parezcan secas y limpias. Puede haber microcortes imperceptibles en ellas, los cuales deben desinfectarse.
Hay que darle de comer a la mascota después de pasear.
Considera tus capacidades con sensatez
Eligiendo una raza conveniente para ti, piensa si tú le convienes a la mascota: ¿estás listo para cambiar tus hábitos, estilo de vida y cuidar adecuadamente de ella? Porque, como sabes, somos responsables de lo que domesticamos.