Por qué el oso polar en realidad es negro
El mundo de los animales es hermoso, sorprendente y lleno de numerosos misterios. Por ejemplo, poca gente sabe que el oso polar en realidad no es nada blanco. Este gran depredador tiene características interesantes y habilidades sobresalientes, por lo que definitivamente merece nuestra atención.
Con Ideas en 5 minutos, descubrirás por qué los osos polares se ven blancos a pesar de su piel negra y su pelaje transparente.
Quién es el oso polar
El oso polar puede considerarse un mamífero marino porque pasa mucho más tiempo en el mar que en tierra. Al mismo tiempo, es el mayor depredador terrestre.
Los osos polares son animales fornidos con cuellos largos y cabezas pequeñas. Tienen orejas cortas y redondeadas y una cola corta, de unos 7 a 12 cm de largo. Los osos machos son mucho más grandes que las hembras: pesan entre 410 y 720 kg y alcanzan una altura de 1,6 m a la cruz y entre 2,2 y 2,5 m de longitud. Las hembras suelen pesar dos veces menos.
Estos animales tienen pies anchos con suelas peludas que protegen y aíslan sus pies del frío y también los ayudan a moverse mejor sobre el hielo. Con sus fuertes y afiladas garras, estos depredadores puede vencer fácilmente a sus presas, cavar hielo y tener un excelente agarre en superficies resbaladizas. Entre los dedos del oso polar hay membranas, lo que lo convierte en un buen nadador. Estas membranas son las que distinguen al oso polar del resto de los demás osos y lo convierten en un mamífero marino.
Por qué el oso polar tiene la piel negra
Los cachorros de oso polar recién nacidos caben en la palma de la mano y pesan unos 500 gramos. Son ciegos y desdentados y se puede ver su piel rosada a través de la pelusa blanca de sus cuerpos. Las narices y las almohadillas de las patas de los cachorros también son de color rosa. Pero a los 3-4 meses de edad, su piel se oscurece, volviéndose negra. Su pelaje se espesa notoriamente y la piel negra ya solo es visible en la nariz, los labios y las almohadillas de las patas. Estos cambios de color se explican por varias razones.
- El color oscuro absorbe mejor el calor del sol que los colores claros. Para un oso que vive en el gélido Ártico, la piel negra es una ventaja y lo ayuda a mantenerse caliente.
- También se cree que el color oscuro de la piel protege al oso de la dañina radiación ultravioleta del sol. Los tonos de piel oscuros tienen más melanina, el pigmento natural que da color a nuestros ojos, cabello y piel. La melanina protege contra los efectos nocivos de los rayos UV. Conviene recordar que el entorno del oso polar también es blanco. La luz del sol se vuelve aún más brillante al reflejarse en la nieve, el hielo y el agua.
Curiosamente, la lengua y la boca del oso polar también cambian de color con la edad. Los cachorros nacen con la lengua rosada, pero al cabo de unos meses, esta comienza a cubrirse de manchas negras. Los osos adultos tienen lenguas diferentes: a algunos les queda muchas partes rosadas, mientras que otros tienen manchas en la lengua que parecen azules. La lengua de algunos individuos se vuelve completamente negra. El paladar y el interior de las mejillas también los tienen oscuros.
De qué color es el pelaje del oso polar
El pelaje del oso polar tiene dos capas:
- La capa exterior está formada por pelos protectores de 5 a 15 cm de largo.
- La capa interior es una densa subcapa de pelo interno más corto.
Los pelos protectores son en su mayoría transparentes, pero parecen blancos debido a sus propiedades reflectantes. Estos pelos son huecos y están lleno de aire. En su interior, contienen partículas que dispersan la luz. Entre los pelos de protección hay diminutas partículas de sal que también ayudan a dispersar la luz.
Hay varias razones por las que el pelaje del oso polar nos parece blanco.
- La luz que se refleja dentro del pelo protector hace que el pelaje del animal emita una luz blanquecina. Gracias a esto, el oso polar se ve blanco.
- Los pelos del pelaje del oso polar están formados por queratina que se encuentra en la piel, las uñas y el cabello. Las moléculas de proteína de queratina tienen un tinte blanquecino, lo que también aporta al pelaje del animal un color blanco.
Algunos osos polares pueden parecer amarillos o pardos. A finales de otoño y en invierno, cuando el pelaje de los animales se renueva, se ven muy blancos. Pero para cuando llega el verano, este pelaje se desgasta y adquiere un tono amarillento. Los osos que viven sobre el hielo, lejos de las aguas abiertas, parecen más blancos que los que pasan la mayor parte del tiempo en el agua. Los individuos que viven en terrenos donde hay poca nieve tienen el pelaje de color marrón claro.
Dónde y cómo viven los osos polares
Los osos polares viven en el hielo del Ártico. En la naturaleza, su número oscila entre 22 000 y 31 000.
Estos animales tienden a vivir en solitario. Pero hay excepciones. A veces, una enorme ballena se arroja a la orilla y se convierte en alimento para un gran número de osos. En estas situaciones, los depredadores viven juntos. Además, cuando la hembra está criando a sus cachorros, forman un grupo familiar. Los cachorros se alimentan de la leche de su madre hasta unos dos años de edad y viven junto con ella hasta los dos años y medio.
En la naturaleza, los osos polares rara vez llegan a los 30 años. La vida de la mayoría de los osos adultos termina antes de cumplir los 25 años.
Datos interesantes
- La leche de oso es muy grasosa: hasta un 48,8 %. Se podría decir que los cachorros de oso polar comen crema doble.
- El oso polar más viejo era la hembra Debbie del zoológico canadiense. Vivió 41 años.
- Los osos pueden nadar durante mucho tiempo. Se registró un caso en el que este depredador nadó 687 km en 9 días.
- Los osos polares queman 12 325 kcal al día.
- Una hembra de oso polar puede dar a luz a cachorros de diferentes padres al mismo tiempo.
- Los osos polares pueden oler sus presas a una distancia de hasta 32 km.
- Los osos polares no pueden trepar a los árboles.
- Los osos polares comparten la comida con sus compañeros. Cuando este depredador quiere invitar a otro oso a comer, se le acerca lentamente y le toca suavemente la nariz para preguntarle si le permite compartir su comida con él.