Cuál es la diferencia entre el tiempo y el clima
Si no profundizamos en el tema, podríamos pensar que el tiempo y el clima son prácticamente lo mismo. Al fin y al cabo, ambas palabras sirven para referirse a la situación que hay fuera de casa: si hace sol, está nublado o llueve. Sin embargo, es importante entender la diferencia entre ambos conceptos, al menos para no cometer un error durante una conversación.
En Ideas en 5 minutos decidimos averiguar qué es cada cosa y dejar de confundirlas de una vez por todas.
Qué es el tiempo atmosférico
En términos sencillos, el tiempo atmosférico se refiere a los cambios que se producen en la atmósfera de la Tierra y su impacto en la vida humana. El tiempo puede cambiar cada hora, cada día y cada temporada. Pero cuando usamos la palabra “tiempo” en la vida cotidiana, solemos referirnos a un corto período: unas cuantas horas, un día o una noche. El tiempo atmosférico puede variar incluso dentro de una misma ciudad: por ejemplo, una lluvia ligera puede caer en el centro de la ciudad sin afectar en absoluto a la periferia, o viceversa.
Qué es el clima
El clima es el estado medio de la atmósfera durante un largo período de tiempo, por ejemplo, 30 años o más. A diferencia del tiempo, la palabra “clima” se aplica a zonas más amplias: partes de países, países o incluso grupos de países. El clima, al igual que el tiempo, incluye la luz solar, la temperatura, la humedad, el viento y las precipitaciones. Pero la principal diferencia con el tiempo es la duración. En términos sencillos, el clima es el tipo de tiempo atmosférico que se puede predecir. Si oímos “clima húmedo”, entonces entendemos que en esta zona, muy probablemente, suele haber muchas precipitaciones.
Por qué es importante distinguirlos
Las personas que no ven la diferencia entre el clima y el tiempo atmosférico tampoco ven la diferencia entre sus cambios. Y si observamos los cambios de tiempo a diario y no hay nada inusual en esto, el cambio climático es un proceso mucho más grave y sus consecuencias afectarán a todos de una manera u otra. Por ejemplo, un calentamiento global hará que el nivel del agua suba y cambiará la cantidad de precipitaciones en ciertas zonas, lo que, a su vez, afectará los cultivos. Las plantas y los animales salvajes, adaptados a un determinado clima, se encontrarán en condiciones para las que no están preparados.
Pero también ha habido procesos inversos en la historia, por ejemplo, la Pequeña Edad de Hielo, que comenzó después del final de la Edad Media y duró hasta mediados del siglo XIX. Las consecuencias del enfriamiento pueden ilustrarse, por ejemplo, con el hecho de que el mar que rodea Islandia se congelaba, interrumpiendo así la navegación. El ganado no se podía mantener debido a las bajas temperaturas, y los cultivos morían.
Cómo mantener el clima sostenible
Hay cosas que cada uno de nosotros puede hacer para ayudar al planeta a luchar contra el cambio climático. Aquí están algunas de ellas:
- Utilizar focos de bajo consumo. Reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Apaga la luz cuando sales de la habitación si no la necesitas.
- Plantar un árbol. Los árboles producen oxígeno y ayudan a purificar el aire.
- Siempre que sea posible, utilizar la bicicleta. Esto reduce la emisión de gases de escape a la atmósfera.