Existe realmente la pereza o no
Seguramente todo el mundo ha oído alguna vez la expresión “persona perezosa”. Mucha gente incluso se considera a sí misma o a algún sujeto que conocen como alguien de este tipo. Solo que a unos se los llama perezosos porque no lavan los platos, y a otros porque decidieron no ir a la escuela de posgrado. Parece que cada uno tiene su propio tipo de pereza.
Con Ideas en 5 minutos descubrirás qué es la pereza y si realmente existe.
Qué es la pereza
La pereza se conoce comúnmente como un estado en el que uno no quiere hacer nada. Los expertos la definen como la falta de voluntad para gastar energía en una tarea.
Muchos de nosotros conocimos el concepto de pereza cuando éramos niños. Cuando no queríamos o no podíamos hacer algo, los adultos solían decir: “Eres un perezoso”. Por ejemplo, de los profesores se puede escuchar a menudo la frase “Niño capaz, pero muy perezoso”. Es decir, cualquier sentimiento que nos impide hacer algo se llama pereza. Pero ¿eso es cierto?
Existe realmente la pereza o no
Hoy en día hay un debate creciente sobre si la pereza existe realmente o no. Muchos expertos afirman con seguridad que no es real. Argumentan que la gente suele creer erróneamente que la pereza es un rasgo de carácter inherente y que la famosa procrastinación está causada por ella.
Un psicólogo señala que la definición de pereza se limita a describir un conjunto de supuestos síntomas, pero no explica su causa.
Qué causa el estado perezoso
La pereza se conoce comúnmente como procrastinación, evasión, evitación de responsabilidades, etc. Por regla general, ninguna de estas condiciones aparece sin motivo. Lo más probable es que sean provocadas por uno de los siguientes factores.
- La baja motivación se considera la primera causa de lo que se denomina pereza o de las condiciones mencionadas anteriormente. En este caso, aumentar la motivación resolverá el problema.
- El miedo es la segunda causa de la pereza. En este caso, la motivación suele ser muy alta. Pero para las personas en esta situación, hay algo por encima de esta misma motivación. Es el miedo. Alguien puede tener miedo de cualquier cosa. Por ejemplo, la condena, la crítica, el ridículo, la soledad, etc.
- Cansancio. También conviene recordar que todo el mundo necesita descansar. Una persona no puede dar siempre el 100 %. Tarde o temprano, el cuerpo y la mente protestarán y se volverán “perezosos”. Recuerda que cada uno de nosotros necesita tiempo para relajarse y recuperarse.
- Falta de voluntad. Otro motivo de lo que se denomina pereza puede ser un simple desgano. Tal vez no quieras ir a bailar con tu novia porque no te gusta bailar en absoluto.
Para avanzar y dejar de lado la pereza, la procrastinación y la postergación, hay que hacer un esfuerzo. Tienes que averiguar cuál es la causa de estas. Puede que tengas miedo de algo, que no estés motivado, o que simplemente estés demasiado cansado. Si no puedes solucionarlo por tu cuenta y la pereza se interpone en tu vida, es posible que debas acudir a un profesional.
Cómo lidiar con la pereza
Los expertos recomiendan 2 estrategias para superar la pereza.
- Empezar. Por regla general, lo más difícil en cualquier tarea es empezar. Parece muy sencillo, pero requiere mucho esfuerzo. Por lo tanto, al principio puedes hacer lo siguiente.
- Acepta un encuentro con alguien a quien no quieras defraudar. Naturalmente, esta persona tiene que estar involucrada de alguna manera en lo que se va a realizar.
- Comparte tus intenciones y objetivos con otras personas. Más adelante, es probable que te pregunten cómo te van las cosas.
- Pagar el evento/suscripción/viaje por adelantado. Esto hará que te resulte más difícil decir que no.
- Imagínate en el pasado, en el presente y en el futuro. Al posponer una tarea difícil hoy, te estás creando un problema en el futuro que habrá que resolver. Por ejemplo, no querer aprender una lengua extranjera ahora puede privarte de un trabajo interesante, de mayores ingresos y de la oportunidad de viajar en el futuro.