Por qué los dinosaurios no eran como se muestran en las películas
Durante cientos de millones de años, los dinosaurios dominaban el mundo, ocupando casi todos los nichos ecológicos. Algunos de estos animales eran terrestres, otros eran anfibios, e incluso un grupo aprendió a volar. No hemos tenido la oportunidad de convivir con ellos, por lo que muchas veces nuestras ideas sobre cómo vivían provienen mucho más de las películas que de los conocimientos que la paleontología tiene al respecto.
En Ideas en 5 minutos te ofrecemos analizar algunos mitos sobre los dinosaurios y observar la vida prehistórica desde un punto de vista científico.
Mito N.° 1: Hace cientos de millones de años, solo los dinosaurios vivían en la Tierra
En realidad: Se suele decir que en la actualidad nuestro mundo les pertenece a los mamíferos, a pesar de la existencia de otros cientos de miles de especies de insectos, hongos, reptiles, arácnidos, aves, peces, moluscos (además de los vegetales y de los organismos microscópicos). De alguna manera, durante la era de los dinosaurios, el panorama era similar.
Los insectos, cuyo origen se remonta a muchísimos millones de años antes del primer dinosaurio, zumbaban constantemente durante la era Mesozoica. Además de los clásicos dinosaurios, el planeta estaba habitado por mamíferos, peces, tortugas, serpientes, anfibios y aves. Enormes depredadores, como los ictiosaurios, los plesiosaurios y los mosasaurios, nadaban en los océanos; dar un paseo por la orilla de un lago o de un río podía conducir a un encuentro con alguno de los tantos cocodrilos prehistóricos.
Mito N.° 2: Los pterosaurios eran dinosaurios voladores
En realidad: Desde un punto de vista estricto, los pterosaurios no son dinosaurios, aunque sí se trata de grupos que tienen un parentesco cercano. De hecho, en el árbol evolutivo de la vida, los pterosaurios están más relacionados con los dinosaurios y las aves modernas que con los cocodrilos o cualquiera de los reptiles actuales.
Mito N.° 3: Todos los dinosaurios emplumados son ancestros de las aves
En realidad: Durante muchos años se creyó que los dinosaurios emplumados pertenecían de alguna manera al árbol genealógico de las aves. Pero en 1996, los científicos chinos descubrieron al sinosauropteryx (como se muestra en la imagen de arriba), un dinosaurio carnívoro que estaba cubierto de unas plumas muy simples parecidas a hilos, pero que no era un pariente directo de las aves.
Para el año 2011, los estudios que iban saliendo a la luz sugerían que todos los dinosaurios tenían uno u otro plumaje que cubría al menos una parte de su cuerpo, así como hoy la mayoría de los mamíferos están cubiertos de pelo.
Es más, de acuerdo con algunos estudios recientes, los dinosaurios heredaron las plumas de algún ancestro. Es decir, antes de que aparecieran los dinosaurios, ya había animales que tenían algún tipo de plumas.
Mito N.° 4: El tiranosaurio rex era un lagarto gigante con piel verde arrugada
En realidad: Hoy en día sabemos con certeza que el dinosaurio emplumado más grande fue el Yutyrannus. Vivió hace 125 millones de años y podía alcanzar una longitud de 7 m. Este descubrimiento obligó a los científicos a reconsiderar sus puntos de vista sobre la apariencia de su pariente relativamente cercano, el tiranosaurio rex.
En las películas, el tiranosaurio rex a menudo se representa como un enorme lagarto verde con la piel arrugada. Sin embargo, ahora sabemos que esta especie también tenía plumaje. No sabemos cuál era su función principal exacta, pero el dinosaurio podría, por ejemplo, usar las plumas como camuflaje.
Mito N.° 5: No podemos saber de qué color eran los dinosaurios realmente
En realidad: Los paleontólogos, bajo ciertas circunstancias, pueden determinar qué colores tenía un animal cuando vivía a partir de un fósil. Por ejemplo, si estamos hablando de dinosaurios emplumados no aviares o de aves extintas, entonces se examinan los melanosomas, cuya forma determina el color de los pigmentos en las plumas o la piel. Hubo casos excepcionales en los que se preservaron el pelaje, los tejidos y las plumas, ya que los ejemplares fueron encontrados dentro de ámbar. También, a veces, los colores pueden inferirse a partir de las escamas o de algún resto de piel bien conservado.
Por ejemplo, la foto de arriba muestra los restos perfectamente conservados del borealopelta. En ellos se encontraron melanosomas, cuyo estudio demostró que este dinosaurio se distinguía por tener un color café rojizo que le servía de camuflaje.
Por cierto, a juzgar por los últimos hallazgos, los dinosaurios emplumados podrían haber tenido todos los colores del arcoíris. Y si existen flamencos rosados, entonces en aquellos tiempos lejanos, los dinosaurios de plumas rojas también podrían haber caminado por el planeta.
Mito N.° 6: Los dinosaurios emplumados con alas podían volar
Imagina que has descubierto el esqueleto de un anchiornis, que se ve en la foto de arriba. Se podría pensar que se trata de una especie de ave antigua. Esto se insinúa indirectamente por las proporciones del esqueleto, la baja estatura y los rastros de plumas en las alas y la cola.
Pero en realidad no es así. Si bien se cree que este dinosaurio y las aves modernas tenían un ancestro común, el anchiornis en sí no era un ave de pleno derecho, aunque, como muchos dinosaurios, tenía algunas características de las aves. Lo descubrimos gracias a las tecnologías que nos permiten reconstruir la apariencia de un organismo y estudiar su posible comportamiento, su capacidad locomotriz y sus maneras de alimentarse. El anchiornis, por ejemplo, tiene el aspecto de una mezcla entre un pájaro carpintero de cabeza roja y un diminuto velocirráptor.
El anchiornis tenía plumas negras, blancas y grises a lo largo de todo su cuerpo, y una cresta roja en la cabeza. A pesar de la presencia de plumas y cuatro alas (las plumas largas estaban ubicadas en las cuatro extremidades, y no solo en las anteriores, como en las aves modernas), es dudoso que este dinosaurio pudiera volar.
Mito N.° 7: Los tiranosaurios rugían y los velocirráptores se comunicaban entre sí mediante sonidos especiales
Debes haber visto dinosaurios carnívoros en las películas, como en la imagen de arriba a la izquierda: rugen fuerte con la boca abierta mientras persiguen a sus presas. La investigación moderna sugiere que esto no era así.
Se supone que muchos dinosaurios emitían sonidos sin abrir la boca. Los animales de la actualidad que se “comunican” de manera similar son los cocodrilos y las avestruces. Por lo tanto, el rugido aterrador, por el que muchos de nosotros recordamos al T-Rex en las películas, no fue tal. Según las últimas investigaciones, este gigante también emitía sonidos sin abrir la boca.
Los velocirráptores en la vida real también se veían diferentes. Los sonidos que emitían se parecían más a los que hoy en día hacen los casuarios. Además, estos dinosaurios eran del tamaño de un perro y no cazaban en grupos organizados. Sin duda, eran muy inteligentes, pero no podían comunicarse entre sí de la forma en que se muestra en las películas.
Mito N.° 8: Todos los dinosaurios están extintos
En realidad: Es un error suponer que todos los dinosaurios fueron reptiles escamosos verdes que se extinguieron hace millones de años. Al contrario, de alguna manera los dinosaurios aún viven junto a nosotros. Y son al menos 13 mil especies diferentes. Incluso algunos de ellos todavía conservan algún parecido con los dinosaurios que ya no existen.
Por ejemplo, échale un vistazo al casuario en las fotos de arriba. Esta especie de ave apareció hace unos 20-30 millones de años. Tiene un color brillante y plumas inusuales. Los casuarios no pueden volar, pero pueden nadar muy bien (no te sorprendas si te encuentras con un casuario nadando en el mar o cruzando un río ancho), alcanzan velocidades de hasta 50 km/h cuando corren por la espesura del bosque, saltan hasta 1,5 m de altura y usan sus poderosos pies de tres dedos (como en la foto de arriba) con garras afiladas como navajas. Podemos encontrar animales muy similares a los casuarios durante la época de los dinosaurios.