Cómo conducir en la nieve
Conducir en la nieve requiere formas diferentes de maniobrar el vehículo que en las carreteras secas. Y aunque la nieve en la carretera puede parecer desalentadora para muchos conductores, hay medidas que puedes tomar para llegar a tu destino con seguridad.
En Ideas en 5 minutos, hemos preparado consejos útiles para ayudarte a conducir en la nieve.
A. Antes de conducir en la nieve
Para llegar a tu destino con seguridad y sin estrés, es esencial prepararte antes de empezar a conducir en la nieve. A continuación encontrarás los pasos que debes seguir.
1. Planifica tu viaje
La mejor opción es quedarte en casa si hace mal tiempo, pero si no tienes otra opción, prepárate. Sigue la previsión meteorológica, planifica tu ruta y presta atención a las zonas que puedan estar expuestas a algún elemento no deseado. Informa a los demás de tu ruta, tu destino y la hora estimada de tu llegada.
2. Limpia la nieve y el hielo de tu vehículo
Debes poder ver por todos los cristales de tu coche. Por ello, debes limpiar la parte superior del techo, las ventanas, los espejos y las luces.
3. Comprueba los limpiaparabrisas y el líquido limpiador
Los limpiaparabrisas deben estar en buen estado para poder limpiar el parabrisas. Por este motivo, comprueba que el control del limpiaparabrisas automático está desconectado antes de arrancar el coche, ya que podría fundir el fusible del control del limpiaparabrisas si está congelado. Asegúrate de tener un líquido limpiaparabrisas de buena calidad que pueda proteger hasta en la temperatura −35 °C para evitar que el agua se congele. De este modo, los limpiaparabrisas podrán limpiar el parabrisas.
4. Comprueba tus neumáticos
Los neumáticos deben ser adecuados para el invierno. Eso significa que deben tener una banda de rodadura más profunda porque mejorará el agarre. Para las zonas con mal tiempo, la mejor opción es tener neumáticos de invierno.
5. Prepárate
Conducir en invierno, especialmente con nieve y hielo, puede ser imprevisible. Por eso, es bueno estar preparado para cualquier situación posible. Guarda lo siguiente en tu coche:
- un triángulo de advertencia, un kit de emergencia y un chaleco de alta visibilidad;
- un cargador de teléfono, un mapa, una manta para abrigarse, y algo de comida y agua;
- un descongelador, un rascador de hielo, líquido limpiaparabrisas de repuesto, una pala y un cuadrado de alfombra para poner debajo de las ruedas motrices si te quedas atascado en la nieve;
- una linterna (a cuerda, para no quedarse sin batería), pinzas de arranque, pistas de recuperación, cadenas o forros para neumáticos;
- además, en invierno, el depósito de gasolina debe estar siempre medio lleno o lleno. De este modo, no se formará condensación en el depósito.
B. Conducción en la nieve
Ahora que sabes lo que tienes que hacer antes de empezar a conducir en la nieve, es hora de pasar a cómo hacerlo.
1. Conduce lentamente
La clave para una conducción segura en la nieve es una conducción suave y lenta. Cada movimiento del vehículo debe ser deliberado, suave y gradual. Cuando conduzcas sobre nieve o hielo, reduce siempre la velocidad para tener en cuenta la menor tracción. Tu velocidad debe ajustarse a las condiciones de la carretera. En invierno, es más seguro conducir por debajo de la velocidad indicada (la velocidad máxima en condiciones ideales).
2. Acelera y desacelera lentamente
Ten en cuenta que se necesita más tiempo para reducir la velocidad en carreteras congeladas. Por ejemplo, si conduces a 48 km/h con nieve, tu distancia de frenado es de unos 30 m. En hielo, es de unos 61 m. Y si tu velocidad es de unos 97 km/h, la distancia de frenado se multiplica por 4: en nieve, es de unos 122 m, y en hielo, de 244 m. Puedes evitar los derrapes y recuperar la tracción aplicando lentamente el acelerador.
3. Mantén la distancia de seguimiento vehicular más larga
Deja más espacio entre tu coche y el que te precede. En la nieve y el hielo, la distancia debe ser de 8 o más segundos. Si ocurre algo delante, tienes mucho tiempo para reaccionar.
4. Anticípate a cada uno de los próximos movimientos
Cuando conduzcas en la nieve, tienes que pensar en cada uno de los siguientes movimientos que harás con tu vehículo. Cuanto peor sea el clima, más debes concentrarte en conducir con cuidado para que tú y los demás participantes en el tráfico estén seguros. Reduce la velocidad en los giros y mantén el triple de distancia de frenado con el coche que te precede.
5. Conoce tus frenos
Mucha gente no es consciente de ello, pero la forma de colocar el pie puede influir en la fuerza con la que se frena. Por eso, incluso si tienes frenos antibloqueo, en lugar de usar los dedos de los pies (1) debes usar la planta (2) del pie para aplicar una presión firme y constante sobre el pedal del freno mientras mantienes el talón del pie (3) en el suelo.
6. Evita el piloto automático
El uso del funcionamiento del control automático en superficies de baja tracción, como el hielo y la nieve, puede provocar un derrape o un giro. Y puede afectar la capacidad del sistema para mantener una velocidad constante del vehículo. Por lo tanto, evita utilizar el control automático del coche en carreteras resbaladizas.
7. No te detengas si puedes evitarlo
Mantén el impulso, especialmente si conduces por nieve profunda, para no quedarte atascado. Y si conduces por carreteras con semáforos, intenta reducir la velocidad lo suficiente para seguir estando en movimiento hasta que cambie el semáforo.
8. Controla los derrapes
Si te encuentras con un terreno resbaladizo y tu coche empieza a deslizarse en dirección contraria a la que querías, no te asustes ni frenes bruscamente. Los derrapes se pueden manejar y puedes volver a tener tu coche bajo control en poco tiempo.
Haz lo siguiente:
- Para un derrape de las ruedas delanteras: en el caso de que los neumáticos delanteros pierdan adherencia y el coche gire en un arco más amplio de lo esperado, reduce la velocidad. En unos instantes, los neumáticos delanteros deberían recuperar la tracción. A medida que la tracción regresa, dirige el vehículo hacia donde quieres ir.
- Para un derrape de las ruedas traseras: en el caso de que los neumáticos traseros pierdan tracción, gire rápidamente el volante en la misma dirección en la que se desliza la parte trasera. Reduce el acelerador y no frenes. Cuando las ruedas traseras recuperen la tracción, vuelve a girar el volante en la dirección original.
9. No vayas muy rápido en las colinas
No aceleres extra en carreteras cubiertas de nieve porque eso hará que tus ruedas patinen. Antes de llegar a una colina, intenta ganar algo de inercia, lo que te llevará a la cima. Una vez allí, reduce la velocidad y desciende lentamente.