Cómo cuidar correctamente diferentes tipos de tejidos
Muchas personas lavan y planchan la ropa de forma incorrecta, por lo que, después de unos lavados, una prenda nueva se ve impresentable. Parecería que hay que lavarla a 60 °C o 90 °C para asegurarse de eliminar la suciedad, pero no es así
En Ideas en 5 minutos, explicaremos lo que realmente debes tener en cuenta a la hora de lavar y cuidar diferentes tejidos y materiales para mantener tu guardarropa en buen estado.
Algodón
La forma en que se fabrican la prenda y los accesorios que se utilizan en ella pueden afectar las recomendaciones para su cuidado. Por lo tanto, es mejor cuidar un producto de algodón como lo indica el fabricante en la etiqueta de la marca.
Si no hay etiqueta en el producto, sigue las recomendaciones universales. Por ejemplo, se recomienda lavar las toallas y la ropa de cama a una temperatura de 40 °C (prendas de color) o a 60 °C (blancas).
Las camisetas de algodón pueden encogerse después de lavarlas y secarlas, así que es mejor lavarlas a máquina o a mano en agua fría o tibia (máx. 30 °C). La camiseta lavada y ligeramente húmeda se puede estirar manualmente a su tamaño original y secar al aire, lejos de la luz solar directa y, si es posible, en una superficie horizontal para evitar arrugas.
Si la camisa está hecha de algodón con un revestimiento especial que evita que se arrugue, luego de lavarla, puedes colgarla inmediatamente en un gancho para que se seque. Los algodones se pueden secar en secadora seleccionando el programa de algodón a temperatura media. Lava las prendas de algodón ligeras por separado durante el primer lavado. Si tienes miedo de que la prenda pierda color, lávala siempre en agua fría.
El algodón se puede planchar a altas temperaturas (a menos que el fabricante recomiende lo contrario) cuando el material está ligeramente húmedo. Para hacer esto, rocíalo con agua y usa la función de vapor si es necesario.
Lino
Si lavas a máquina tu prenda de lino, elige un ciclo delicado o un ciclo corto con agua tibia o fría. Evita los jabones fuertes en favor de los diseñados para tejidos delicados. Asegúrate de separar la ropa blanca de la ropa de color antes de lavarla, ya que las prendas se pueden desteñir.
Lavar a mano con agua fría puede prolongar la vida útil de tu prenda de lino. Llena un fregadero limpio con agua fría, agrega un detergente suave y la prenda de lino, luego revuelve suavemente, drena el agua jabonosa y enjuaga con agua fría. Para eliminar las manchas, lávalas primero. Aplica un poco de agua y jabón (o detergente para lavar platos si es una mancha de grasa), déjalo actuar por un tiempo, luego frota suavemente y enjuaga. El blanqueador solo se puede usar en lino blanco, pero no exageres o la tela puede volverse amarilla.
La ropa de cama no debe retorcerse ni exprimirse después del lavado. Envuelve el artículo en una toalla y deja que absorba el exceso de humedad. Luego, seca al aire colgando de una percha acolchada o sobre una superficie horizontal para evitar arrugas. No utilices secadora.
Al planchar, da la vuelta a la tela y luego humedécela ligeramente, o selecciona una temperatura alta y vapor en la plancha. Recuerda que la ropa blanca se puede planchar por ambos lados y la ropa oscura solo se puede planchar por el lado reverso. También puedes planchar la ropa a través de un paño de planchar para proteger el material del contacto directo con las altas temperaturas.
Mezclilla
La mezclilla, que se utiliza para crear prendas de jean, durará más si se lava con menos frecuencia y a bajas temperaturas. Se recomienda abrochar todos los botones, cremalleras y dar la vuelta a la prenda antes de lavarla. Es mejor elegir un modo de lavado a una temperatura que no supere los 30 °C.
Las prendas de mezclilla se pueden lavar a mano mezclando agua tibia o fría con un detergente suave y remojando las prendas en esta solución durante 45 minutos, luego enjuagarlas varias veces. Si no es mezclilla cruda, lava las pequeñas manchas en la tela por separado, usando un cepillo de dientes viejo y un detergente suave.
Seca las prendas de mezclilla extendiéndolas sobre una superficie horizontal o colgándolas al aire libre a la sombra; la luz del sol puede hacer que la tela pierda color.
No se debe utilizar secadora ni plancha. En la mayoría de los casos, los pliegues se suavizarán después de un par de minutos de uso. Si no puedes prescindir de planchar, dale la vuelta a la prenda y plánchala a alta temperatura y en modo vapor (a menos que el fabricante recomiende lo contrario).
Por cierto, si una prenda de mezclilla no se ve sucia, pero tiene un olor desagradable, puedes evitar lavarla y simplemente ponerla en el congelador por un tiempo. Esto matará los gérmenes que causan el olor desagradable y restaurará la frescura del producto.
Lana
Por lo general, la etiqueta de productos de lana recomienda lavarlas a mano. En este caso, puedes lavar la lana a mano o en la lavadora, pero en el modo de lana en agua fría. Utiliza detergentes especialmente formulados para lana. Para eliminar las pequeñas manchas en una prenda de lana, enjuágalas a mano con agua fría y sécalas con un paño limpio y seco.
Después del lavado, envuelve la prenda en una toalla seca y colócala sobre una superficie horizontal para que se seque, lejos de la luz solar o de una fuente de calor. Para eliminar las arrugas, selecciona el modo especial para lana en la plancha o utiliza la función de vapor. Una vez por temporada, puedes limpiar en seco tu prenda de lana para mantenerla en buenas condiciones.
En algunos casos, puedes prescindir del lavado. Para refrescar un poco el producto, cuélgalo por un corto tiempo en una habitación húmeda, por ejemplo, en el baño después de una ducha.
Seda
Los artículos de seda no necesitan lavarse con frecuencia. A veces basta con dejarlos ventilar al aire libre durante unas horas, por ejemplo, colgándolos en el balcón o junto a una ventana abierta. Pero hay que evitar la luz solar directa, cuya influencia puede cambiar el color del material. Si tienes poco tiempo, somete el artículo al vapor.
El lavado ayudará en los casos en que haya suciedad en el producto. A menos que el fabricante recomiende lo contrario, puedes lavar las prendas de seda a mano o en una lavadora con un programa especial para seda. En el segundo caso, se recomienda poner el artículo en una bolsa especial para el lavado, que protegerá el material delicado de posibles daños mecánicos.
Para deshacerte de las manchas, puedes agregar unas gotas de vinagre de mesa común al agua. Recuerda que, al lavar a mano, no hay que frotar ni retorcer el material. Envuelve la prenda lavada en una toalla, dale tiempo para que absorba el exceso de humedad y luego cuelga la prenda de seda en una percha para que se seque.
La seda se puede planchar a bajas temperaturas, basta con darle la vuelta a la prenda antes de hacerlo. También puedes cubrir el artículo con una toalla de algodón y plancharlo a alta temperatura, pero sin la función de vapor.
Vellón
El vellón se puede lavar en agua fría a mano o en una lavadora en un modo de lavado delicado, después de eliminar las manchas y darle la vuelta a la prenda. No uses suavizante.
Puedes utilizar una secadora si seleccionas el modo rápido para tejidos delicados y quitas la prenda inmediatamente después del final del programa.
El vellón no se debe planchar, pero si no puede prescindir de hacerlo, selecciona un modo de baja temperatura en la plancha, rocía el artículo con un poco de agua, cúbrelo con un paño de algodón y plancha encima de él para no dañar el material.
Cachemira
Se recomienda que los artículos de cachemira se limpien en seco o se laven a mano. En el segundo caso, dale la vuelta a la prenda antes de lavarla y remójala en agua tibia y detergente suave durante 5 minutos. Luego, aprieta y enjuaga suavemente la tela para eliminar la suciedad: primero en agua tibia y luego en agua fría.
No tuerzas el artículo y no lo seques al sol o en un radiador. Coloca el producto húmedo entre 2 toallas limpias de algodón y deja secar sobre una superficie horizontal. Para eliminar las arrugas, utiliza un generador de vapor o la función de vapor de tu plancha.
Cuero
Mucho depende del tipo de producto del que estemos hablando. Por ejemplo, tú mismo puedes limpiar unos guantes en casa siguiendo nuestras instrucciones. Pero es mejor lavar las chaquetas o los pantalones en seco. Por tu cuenta solo puedes limpiar manualmente la superficie del cuero o tratarlo con un limpiador especial para este material.
No se recomienda planchar productos de cuero, ya que la exposición a altas temperaturas puede dañar el material. Pero la plancha ayudará a eliminar los pliegues y arrugas menores. Coloca la prenda de cuero sobre una tabla de planchar, cúbrela con una toalla de algodón y plancha suavemente los pliegues a través de la toalla a baja temperatura, sin presionar ni detenerte en un solo lugar.
Pana
Los productos hechos de pana se pueden lavar a máquina (a menos que el fabricante recomiende lo contrario), habiéndolos dado la vuelta previamente para proteger la parte frontal del desgaste y evitar que se pegue la pelusa de otros materiales. Por la misma razón, no hay que lavar estas prendas con vellón, fieltro u otra tela esponjosa. El programa delicado a baja temperatura es adecuado para telas oscuras y de colores. Los colores claros se deben lavar con agua tibia.
La pana se puede poner en la secadora durante un breve período de tiempo en modo delicado. Luego agita la prenda y cuélgala para que se seque de forma natural. O haz lo contrario: primero seca naturalmente y luego lleva brevemente a la secadora para ablandar el material. Pero ten cuidado: el material puede encogerse cuando se expone a altas temperaturas.
Después del secado, no es necesario planchar la pana. Pero en casos inevitables, para deshacerte de posibles pliegues, plancha la prenda dada vuelta.