Ideas En 5 Minutos
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Cómo cultivar hierbas en el interior

Cultivar hierbas en el interior no solo nos da la oportunidad de disfrutar de la vegetación y el aroma de las hierbas frescas cultivadas en casa, sino que también hace que cocinar sea más fácil. El único requisito es disponer de un lugar soleado.

En Ideas en 5 minutos, preparamos una lista de recomendaciones que ayudarán a cualquier novato a cultivar hierbas aromáticas en el hogar.

Paso 1. Elegir la zona más soleada

Las hierbas suelen necesitar mucha exposición a la luz solar. Las hierbas cultivadas dentro de casa deben recibir no menos de 6 horas de sol al día. Por eso, tenemos que maximizarlo colocando las macetas con hierbas lo más cerca posible de la ventana más soleada, que normalmente es la que está orientada al sur.

Los meses de invierno ofrecen menos luz natural, pero no debemos preocuparnos: podemos asegurar el crecimiento de las hierbas comprando luces de cultivo. Estas luces de espectro completo se consideran la mejor opción para todo tipo de hierbas, porque se puede ajustar cuántas horas la luz debe estar encendida.

Paso 2. Elegir las hierbas adecuadas

No todas las hierbas pueden cultivarse en interiores, por lo que debemos conocer sus diferencias en términos de cuidado. Por ejemplo, el cebollín, la menta, el orégano, la albahaca, el perejil, el tomillo y el romero no son muy difíciles de cuidar.

  • Puedes cultivar ciertas hierbas a partir de plantas jóvenes, por ejemplo, orégano, tomillo, cebollín, romero, menta y laurel.
  • Hay hierbas que podemos activar fácilmente a partir de esquejes, por ejemplo, la albahaca y la menta. Esto hay que debemos cortar en el nudo una rama de una planta que ya tenemos y sumergirla en agua. Después brotarán nuevas raíces.
  • Otras hierbas se cultivan mejor a partir de semillas, por ejemplo, la albahaca, el cilantro y el perifollo.

Paso 3. Asegurarse de evitar las plantas con plagas

Es muy recomendable revisar las plantas en busca de plagas antes de comprarlas o llevarlas al interior desde el jardín. Esto es lo que hay que buscar para evitar posibles problemas:

  • Pulgones y cochinillas: estas plagas forman excrementos pegajosos alrededor de las hierbas.
  • Arañas rojas: si ves telarañas finas en las hojas y entre ellas, asegúrate de evitar esa planta.

❗ Aunque es mejor comenzar la aventura de cultivo de hierbas de interior con una planta libre de plagas, debes saber que estas se pueden eliminar con agua tibia y jabón.

Paso 4. Proporcionar una maceta separada para cada hierba

Como mencionamos anteriormente, las hierbas tienen necesidades diferentes, por lo que debemos proporcionarles un cuidado personalizado. Asegúrate de que cada una de tus hierbas tenga su propia maceta, ya que también necesitan espacio para crecer.

❗ Para evitar problemas con las plagas, asegúrate de que tus hierbas no estén apiñadas y tengan una buena circulación de aire.

Paso 5. Evitar regar en exceso

Una hierba pequeña necesita sorprendentemente poca agua para prosperar. Haz todo lo posible para mantener la tierra constantemente húmeda, pero no empapada, evitando regar demasiado. Si las hojas que se vuelven amarillas o se marchitan, es definitivamente una señal de alerta. Es suficiente con una “llovizna” encima del fregadero o con un poco de agua en el plato de drenaje.

Las hierbas mediterráneas autóctonas necesitan un suelo de drenaje rápido. Por este motivo, para plantar romero, orégano, tomillo y laurel, prepara una mezcla de 50-50 de substrato para cactus y tierra universal para macetas. Otras hierbas pueden prosperar bien en tierra universal para macetas.

Paso 6. No cosechar demasiado a la vez

Utiliza unas tijeras de cocina para cortar unas cuantas hojas o pellízcalas con los dedos. Además, asegúrate de cortar la planta con regularidad para estimular un nuevo crecimiento.

⚠️ Trata de no cosechar más de una cuarta parte de la planta a la vez para evitar que sufra en exceso.

Paso 7. Trasplantar las hierbas a tiempo

Las hierbas que se cultivan bien en el interior, con el tiempo, empiezan a hacerse muy grandes para sus macetas y necesitar más espacio. Si ves que las hierbas empiezan a volcarse o que salen raíces por los agujeros de la maceta, ya es hora de trasplantarlas.

  • Puedes trasladar tus plantas a macetas más grandes y mantenerlas en el interior, siempre que estén expuestas a la luz.
  • Puedes trasplantar hierbas perennes (menta y lavanda, por ejemplo) al suelo cuando acabe el invierno.
  • Las hierbas anuales pueden trasladarse al exterior y quedarse allí, incluso en climas fríos. Sin embargo, es recomendable tomar esquejes antes del invierno para poder volver a cultivar estas hierbas en el interior.

Bono: las mejores hierbas para cultivar en el interior

  • A la albahaca le encanta la luz brillante y el calor, así que asegúrate de proporcionarle una ventana al sur o al oeste o una luz de cultivo. Evita los lugares fríos y recuerda que no es una planta de larga duración. Para tener un suministro regular, planta nuevas semillas cada dos semanas.
  • El perejil necesita una luz intensa y debe cultivarse en una maceta profunda con suelo orgánico rico. Debemos cosechar perejil pellizcando las hojas una por una cerca de su base.
  • El romero es una hierba que crece bien en climas cálidos y secos, pero prefiere temperaturas más bajas (de 4 a 18 °C) en invierno. Solo hay que asegurarse de que tenga una fuerte exposición a la luz.
  • El suelo para menta debe mantenerse húmedo. Esta planta, en su mayoría perenne, con un montón de variedades, necesita una luz entre moderada y brillante.
  • El orégano necesita cuidados similares a los de la menta, es decir, una luz moderada o intensiva. Además, no debemos dejar que se seque.
  • El cebollín debe plantarse en un suelo orgánico rico y recibir una luz intensa. Hay que cortar las hojas de una en una con unas tijeras. Se debe dejar no menos de 5 cm de crecimiento para que las plantas puedan rebrotar.
  • El laurel necesita un suelo de drenaje rápido, una ventana luminosa orientada al este o al oeste y una buena circulación de aire. Asegúrate de que no haya cochinillas en él.
  • El perifollo es una planta con raíces pivotantes, por lo que debemos plantar las semillas en tierra húmeda en una maceta profunda. Es recomendable mantenerlo fresco (entre 15 y 21 °C) y proporcionarle una luz solar moderada. Ten en cuenta que el perifollo debe replantarse cada pocas semanas si quieres tener siempre hojas frescas al alcance de la mano.
  • El tomillo debe plantarse en una maceta con suelo de drenaje rápido y ubicarse en un lugar cálido y soleado. Se debe regar cuando vemos que la superficie del suelo está seca.
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