Cómo lavar tus toallas para que queden suaves y esponjosas
Debido a un mal lavado o al uso incorrecto de ciertos productos, las toallas pueden perder su suavidad rápidamente, tornándose desagradables al tacto. Por eso es importante prestar atención a la hora de lavarlas y evitar cometer errores que puedan dañarlas.
Ideas en 5 minutos quiere compartir contigo algunos consejos para tener en cuenta a la hora de lavar tus toallas y así conservarlas en buen estado por el mayor tiempo posible.
1. Lávalas a menudo
Debido a que las usamos a diario, y aunque no podamos verlo a simple vista, las toallas acumulan bacterias, células muertas y fluidos corporales. Como pasan mucho tiempo en el baño, la humedad que suele acumularse allí permite que los microorganismos proliferen, generando mal olor e incluso pudiendo provocar problemas de salud.
Lo recomendable es:
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En situaciones normales: lavarlas una vez a la semana.
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Si éstas se encuentran en un ambiente muy húmedo y sin ventilación, o si no se tiene la posibilidad de extenderlas para que sequen adecuadamente entre uso y uso: cada dos o tres días.
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En caso de enfermedades contagiosas (si la persona padece de hongos, gripe o conjuntivitis): cada dos días como máximo.
2. No cargues la lavadora en exceso
Sobrecargar la lavadora puede ocasionar problemas. En el mejor de los casos, las toallas no solo no se lavarán, sino que absorberán toda el agua y no quedará espacio para que el detergente se disuelva. Como resultado, el jabón se acumulará entre sus fibras, dejándolas duras, rígidas, e incluso oliendo peor que antes. Y si la lavadora no puede soportar el peso de toda la ropa mojada, puede dañarse seriamente.
Cómo puedes saber si sobrecargaste la lavadora:
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Revisa el manual de instrucciones del electrodoméstico y sus especificaciones. Allí encontrarás cuántos kilos de ropa puedes meter en la lavadora sin perjudicarla.
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Si no tienes el manual, un truco que puede servir es: con la lavadora desconectada y antes de iniciar el lavado, intenta colocar la mano en el tambor para ver cuánto espacio queda. Si no puedes introducirla, hay demasiada ropa en su interior.
3. Usa solo la cantidad recomendada de detergente
Más jabón no asegura una mejor limpieza, y si este se acumula en las toallas, puede endurecerlas y quitarles su suavidad, dejándolas igual o más sucias que antes. Por eso, cuando las laves, no agregues demasiado detergente en la lavadora. Así el agua podrá eliminar los rastros de producto de los tejidos, limpiándolos más eficientemente.
4. Escoge la temperatura adecuada del agua
El agua caliente puede eliminar más eficientemente los residuos, la suciedad e incluso algunos microorganismos de los tejidos, dejando las toallas más limpias. Sin embargo, esta temperatura puede resultar algo agresiva para las telas sensibles y acabar poco a poco con su suavidad.
Si quieres que las toallas conserven su esponjosidad y suavidad por más tiempo, es preferible lavarlas en un ciclo de agua tibia. Esto, además, garantizará su elasticidad.
5. Cambia el suavizante por vinagre blanco entre lavados
Cada cierto tiempo, reemplaza el suavizante por una taza de vinagre blanco. Este producto no solo ayudará a remover más los restos de jabón y a devolverles la suavidad y esponjosidad a las toallas, sino que también puede desinfectarlas.
6. Agrega bicarbonato de sodio
Añadir bicarbonato de sodio al ciclo de lavado puede blanquear las toallas, limpiarlas en profundidad y aflojar las fibras que hayan quedado ajustadas entre lavados. Además, también puede eliminar los malos olores de las telas.
Para ello, mezcla media taza de bicarbonato de sodio con la cantidad de detergente que normalmente usas para lavar la ropa. Luego, añade la mezcla a la lavadora.
7. Extiéndelas muy bien
Dejar las toallas en un ambiente muy poco ventilado o húmedo puede hacer que estas adquieran un olor desagradable, el cual puede ser difícil eliminar. Por esto, lo mejor es secarlas bien después de cada lavado.
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Si tienes la posibilidad de tenderlas en exteriores, cuélgalas con pinzas en la sombra, ya que el sol puede decolorarlas (o, si son blancas, darles un tono amarillento).
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Si no puedes colgarlas fuera de casa, consigue un tendedero o simplemente extiéndelas muy bien en un ambiente ventilado.
Nota: siempre consulta la etiqueta del producto para obtener mejores recomendaciones sobre cómo lavarlo y secarlo adecuadamente.