Cómo predecir el clima por el tipo de nubes
Las nubes pueden tener las formas y tamaños más extraños. Algunas son ligeras y translúcidas, otras dan miedo por su masividad y poder. Algunas están formadas por gotas de agua, mientras que otras por pequeños cristales de hielo.
A pesar de las importantes diferencias externas, todas las nubes aparecen bajo ciertas condiciones y presagian un clima particular. En Ideas en 5 minutos te contaremos qué tipos existen y cómo pueden ayudar a determinar el clima.
Qué son las nubes
La nube es un conjunto de pequeñas gotas de agua o cristales de hielo (o ambos) suspendidos en el aire.
La formación de nubes comienza desde el suelo, cuando los rayos del sol calientan su superficie. Al mismo tiempo, las masas de aire ubicadas cerca se calientan también. El aire caliente se vuelve menos denso y se eleva, y el aire más frío lo reemplaza. A grandes altitudes, el aire se enfría y se condensa en vapor de agua. Así es como aparece una nube. Algunas nubes se forman en altitudes más altas, mientras que otras en las más bajas. Esto afecta a su forma y estructura.
Las nubes tienen un gran impacto en el clima, por lo que los meteorólogos siempre estudian su movimiento. Para determinar la capacidad de una nube en particular, los científicos han desarrollado una clasificación especial.
Qué tipos de nubes existen
El sistema internacional actual de clasificación de nubes en latín fue compilado en 1803 por el meteorólogo Luke Howard. Más tarde, la Organización Meteorológica Mundial la adaptó e identificó 10 tipos principales de nubes. Se tomó como base la forma y la altura en la atmósfera.
Según esto, todas las nubes pueden clasificarse en función de su forma:
- Cirros (cirrus)
- Cirrostratos (cirrostratus)
- Cirrocúmulos (cirrocumulus)
- Altocúmulos (altocumulus)
- Altoestratos (altostratus)
- Nimboestratos (nimbostratus)
- Cúmulos (cumulus)
- Estratos (stratus)
- Estratocúmulos (stratocumulus)
- Cumulonimbos (cumulonimbus)
Dependiendo de la altura en la que se encuentren las nubes en el cielo, pueden dividirse en cuatro tipos principales.
- Nubes bajas (cúmulos, estratos, estratocúmulos), que se encuentran a menos de 2 km del suelo.
- Nubes medias (altocúmulos, altoestratos, nimboestratos), que se forman a una altura de 2 a 6 km.
- Nubes altas (cirros, cirrostratos, cirrocúmulos), que se forman a una altura de más de 6 km sobre el suelo.
- Nubes cumulonimbos — son multicapas, se elevan por encima de la atmósfera inferior, media y superior.
Cúmulos (cumulus)
Los cúmulos son los más reconocibles de todos. Son nítidos y se asemejan a grandes montañas de algodón esponjoso que se elevan sobre el cielo azul. A la luz del sol, estas nubes aparecen de un blanco brillante, y durante el atardecer pueden adquirir los tonos y formas más extraños.
Los cúmulos aparecen en días despejados y soleados, prometiendo buen tiempo.
Estratos (stratus)
Los estratos son nubes formadas por largas capas horizontales de nubes, similares a la niebla que cuelga del cielo en lugar de arrastrarse por el suelo. A menudo parecen planas y uniformes, y tienen un tinte grisáceo.
Los estratos aparecen en días nublados y pueden ir acompañados de niebla o llovizna.
Estratocúmulos (stratocumulus)
Las nubes estratocúmulos se asemejan a una vieja manta de algodón, en la que las fibras han perdido su elasticidad y están ligeramente separadas. Se ven voluminosas e hinchadas, se ubican en un nivel bastante bajo y tienen un tinte gris blanquecino que puede variar de la base a la parte superior. Tales nubes suelen cubrir el cielo de manera desigual, como si dejaran agujeros en él.
Las nubes estratocúmulos a menudo se forman en días nublados, cuando hay poco flujo de aire en la atmósfera, por lo que pueden presagiar una tormenta.
Altocúmulos (altocumulus)
Las nubes altocúmulos son uno de los tipos más comunes. Parecen manchas redondeadas de color blanco grisáceo, que se parecen en algo a la lana de cordero. En el cielo se suelen ubicar en pequeños racimos o franjas paralelas, por lo que también se les llama “nubes sociales”.
Estas nubes se forman a una altura bastante baja, por lo que en su mayoría se componen por gotas de agua muy pequeñas. Pueden aparecer en el cielo junto con otros tipos.
Las nubes altocúmulos a menudo aparecen en el cielo en las mañanas cálidas y húmedas, anunciando una tormenta por la tarde. También pueden aparecer ante temporadas frías y señalar la proximidad de heladas.
¿Cómo distinguir altocúmulos de estratocúmulos?
Presta atención al tamaño de los segmentos de cada nube. Para hacer esto, levanta la mano hacia la nube. Si sus partes son del tamaño de un pulgar, entonces tienes una nube altocúmulo frente a ti. Si el tamaño llega a igualar el puño, entonces las nubes son estratocúmulos.
Altoestratos (altostratus)
Las nubes de altoestratos son bastante anómalas. Tienen un tinte gris o gris azulado y, cuando aparecen, cubren de manera uniforme y bastante densa todo el cielo. Estas nubes consisten en gotas de agua y cristales de hielo, a través de los cuales los rayos del sol apenas pueden atravesar.
Las nubes altoestratos generalmente presagian un frente cálido, un clima lluvioso prolongado o nevadas.
Nimboestratos (nimbostratus)
La denominación en latín para este tipo de nubes deriva de dos palabras: nimbus, que significa “lluvia”, y estratos, “esparcirse”. Estas nubes oscuras forman capas gruesas en el cielo que pueden bloquear fuertemente el sol.
Los nimboestratos se forman cuando una gran cantidad de humedad se acumula en la atmósfera, por lo tanto, presagian un clima nublado con lluvia o nieve prolongada.
Cirros (cirrus)
Del latín, la denominación de estas nubes se traduce como “mechón de pelo”. Parecen hebras translúcidas y casi ingrávidas a través de las cuales brilla el cielo azul. Los cirros pueden aparecer antes que otras nubes, incluso antes del amanecer, y también permanecer en el cielo después del atardecer. Por lo general, son de color blanco, pero pueden tener un tinte amarillo rojizo al atardecer y volverse grisáceos después de este.
Los cirros suelen aparecer cuando hace buen tiempo e indican un cambio inminente en el clima. Pueden ser precursores de un frente cálido o una tormenta severa.
Cirrocúmulos (cirrocumulus)
Las nubes cirrocúmulos son un cruce entre cirros y cirroestratos. Son pequeñas, rizadas y se asemejan a ondas en un cielo brillante. Las nubes cirrocúmulos a menudo se ubican en filas. Se forman a gran altura y están compuestas por cristales de hielo.
Las nubes cirrocúmulos a veces se denominan “cielo de caballa” porque pueden ser de color grisáceo y, por lo tanto, parecerse a las escamas del pescado.
Estas nubes son raras y de corta duración. Se pueden observar durante climas despejados, soleados pero fríos (por ejemplo, en invierno). En las regiones tropicales, pueden indicar que se acerca un huracán.
Cirroestratos (cirrostratus)
Los cirroestratos se parecen a una manta fina y aireada que cubre todo el cielo. Pueden ser transparentes o poco transparentes, tener un tinte blanco o gris claro. Durante la aparición de estas nubes en el cielo, el sol o la luna adquieren un hermoso halo resplandeciente. Esto se debe a la refracción de la luz reflejada por los cristales de hielo que forman las nubes.
Los cirroestratos indican que se ha acumulado una gran cantidad de humedad en la atmósfera superior. Su aparición a menudo presagia lluvia en las próximas 24 horas. También aparecen en el cielo a medida que se acercan los frentes cálidos.
Cumulonimbos (cumulonimbus)
Las nubes cumulonimbos, también conocidas como tormentosas, son una de las pocas especies que cubren todas las capas de la atmósfera. Parecen enormes cúmulos con un fondo oscuro y fangoso. Pueden extenderse varios kilómetros y alcanzar alturas enormes. La capa inferior de una nube de este tipo se compone principalmente por gotas de agua, y la superior está formada por cristales de hielo.
Las nubes cumulonimbos aparecen en los días calurosos y anuncian una tormenta. En algunas zonas, pueden formarse antes de inundaciones o tornados.