Qué olores en el automóvil no se deben ignorar
Si tu auto comienza a oler de una forma inusual, puedes pensar que simplemente algo se ha derramado en el interior del vehículo. Sin embargo, si está limpio y aun así sientes ese olor, deberías acudir a un profesional.
En Ideas en 5 minutos queremos hablarte sobre los olores más comunes que suelen aparecer en los automóviles y explicar con qué pueden estar relacionados.
Si tu auto huele a huevo podrido
La gasolina que sirve como combustible para el automóvil contiene restos de azufre. El olor a azufre o huevo podrido aparece si algo anda mal con el catalizador. En otras palabras, tu vehículo puede tener algún tipo de fallo en el sistema de combustible. La gasolina sin quemarse puede obstruir el catalizador y los gases de escape no tendrán por dónde salir.
Cambia el líquido de transmisión. Pero si después de esto el olor aún persiste, entonces eso puede indicar un problema más serio. El catalizador se puede salvar si se detecta la falla en una etapa temprana.
Si tu auto huele a hongos
Si sientes olor a hongos, el problema puede estar en el aire acondicionado. Con el paso del tiempo, este sistema acumula polvo, suciedad y mugre. Esto conduce a la aparición de olores desagradables en el interior del vehículo. La humedad en el sistema de aire acondicionado también puede causar la aparición de hongos o moho, lo cual también afecta la calidad del aire en tu automóvil.
Intenta secar el sistema apagando el aire acondicionado y moviéndote con un ventilador a alta velocidad. Si esto no ayuda, acude al centro de servicio para que un mecánico limpie y recargue el sistema de aire acondicionado.
Si tu auto huele a jarabe de arce o dulces frutales
El olor a jarabe de arce o dulce aparece debido a que es probable que el líquido anticongelante que contiene etilenglicol esté goteando del radiador, de la tapa del bloque de cilindros o una junta defectuosa del colector de admisión. Esto puede provocar graves daños en tu automóvil, en particular un sobrecalentamiento.
Remolca tu vehículo al taller más cercano.
Si tu automóvil huele a gases de escape o humo
Si sientes olor a gases de escape en el interior de tu vehículo mientras manejas, especialmente cuando vas a baja velocidad, las razones pueden ser una fuga del sistema de escape, una ventana o puerta mal sellada. Las fugas en los tubos de escape suelen ser causadas por la corrosión, ya que el óxido corroe las tuberías y termina apareciendo un agujero. Cuando esto sucede, los gases que deberían salir por el tubo quedan atrapados bajo el vehículo, subiendo desde el suelo hasta el interior del auto.
❗ Esto es muy peligroso, por eso vale la pena acudir inmediatamente con un especialista para realizar un diagnóstico y solucionar el problema principal.
Si tu auto huele a caucho quemado
Si sientes un olor a caucho quemado y tus neumáticos no presentan ningún daño, lo más probable es que se trate de correas y mangueras de goma. El olor desagradable puede ser causado por una correa o manguera suelta bajo el cofre. Estas piezas pueden moverse y entrar en contacto con partes calientes del motor, ocasionando tal hedor, el cual no debe ser ignorado.
Si tu auto huele a papel quemado
Si al manejar sientes este olor, es muy probable que provenga de la tracción, ya que su revestimiento realmente contiene papel. Frecuentemente esto se produce cuando el conductor maneja “pisando el embrague”, lo cual significa pisar el pedal a medias. Esto hace que el embrague se patine, el revestimiento se caliente en exceso y aparezca tal olor.
❗ No abuses del pedal de embrague al conducir: esto puede provocar un fallo en él.
Si tu automóvil huele a alfombra o cabello quemado
Si sientes este olor desagradable, debes de saber que así huelen las balatas quemadas. Es posible que hayan comenzado a sobrecalentarse debido a una carga excesiva sobre ellas, por ejemplo, al bajar una colina larga y empinada. Utiliza el freno de motor para reducir la carga de los frenos.
❗El desagradable olor de las balatas es peligroso por el hecho de que pueden dejar de funcionar correctamente si se calientan en exceso. En tal caso, acude con un mecánico para reemplazar las balatas desgastadas.