Qué tan efectivo es lavarse el cabello con menos frecuencia para mantenerlo limpio por más tiempo
La rapidez con la que nuestro cabello se vuelve grasoso y, a su vez, la frecuencia con la que se debe lavar, dependen de las glándulas que producen el sebo. Están ubicadas cerca de las raíces del cabello, en la capa de piel llamada dermis. Los canales de las glándulas sebáceas conducen a los folículos pilosos. De esta forma, el sebo llega al cuero cabelludo y luego al cabello. La actividad de las glándulas sebáceas depende de las hormonas, la edad y la frecuencia con la que lavamos el pelo: cuanto más lo hacemos, más sebo producen.
En Ideas en 5 minutos decidimos hacer nuestro propio experimento y comprobar si el cabello realmente se mantiene limpio por más tiempo si se lava con menos frecuencia.
Mi nombre es Victoria. Solía lavarme el pelo con una frecuencia de 3 días. Luego, mi peluquera temporalmente se mudó a otra ciudad, y pasé a tener servicios de peluquería solo cada 5-6 meses, durante nuestras reuniones. No tenía ningún deseo de sustituir a una especialista de confianza, así que comencé a lavarme el cabello cada dos días. Gracias a tal frecuencia de lavado, el peinado siempre se veía bien arreglado y las raíces en crecimiento no eran tan llamativas.
Sin embargo, con el tiempo noté que el cabello se volvía grasoso ya al segundo día. Como no tenía tiempo para lavarlo a diario, acudí a los consejos de expertos y decidí “entrenar” a mi pelo para poder lavarlo con menos frecuencia. La foto de arriba muestra cómo se veía mi cabello el día del lavado.
Segundo día después del lavado
Me propuse reducir la frecuencia de lavado de cabello a una vez cada 5-7 días y apliqué el siguiente esquema:
Paso 1: Posponer el día habitual de lavado de cabello a uno o dos días.
Paso 2: Dejar que el cabello se adapte al nuevo ciclo de lavado (no tuve tiempo para este paso en mi experimento editorial, así que cada vez posponía un día del lavado).
Paso 3: Persistir agregando días adicionales.
Por primera vez, pospuse el lavado por un día, es decir, decidí lavarme el cabello no al segundo día, como de costumbre, sino al tercero. Ya al segundo día, el pelo comenzó a verse algo grasoso en las raíces y perdió volumen. Tenía ganas de lavarlo, pero pude resistir.
Tercer día después del lavado
En las fotos se puede ver cómo quedó mi cabello al tercer día, antes de que lo volviera a lavar. Gracias a la temporada de frío en la calle, el sombrero me ayudó mucho a la hora de salir. Siendo sincera, no me sentía muy segura sin él, ya que el pelo se veía sucio y plano en las raíces.
Cuarto día después del lavado
La próxima vez pude aguantar sin lavarme el cabello durante 4 días. Las raíces, por supuesto, ya se veían grasosas, por lo que las ocultaba poniéndome un pañuelo en la cabeza. Para darle volumen al cabello, me hice una trenza antes de ir a dormir y la humedecí un poco. Cuando solté la trenza por la mañana, el pelo quedó en forma de ligeras ondas.
Quinto día después del lavado
Después del lavado de cabello pasaron 5 días. Esta vez usé un champú en seco, el cual absorbió el exceso de sebo.
Además, quería darle más volumen al pelo, así que lo ricé, simplemente juntándolo antes de dormir en la parte superior de la cabeza en un moño bastante suelto, sujetado con una banda para el cabello.
Resultados del experimento
Para mi sorpresa, este método realmente funciona. Durante las primeras 3 semanas del experimento, me parecía que esto era una especie de tontería, y la mayor parte del tiempo solo andaba con el pelo sucio. Pero en la cuarta semana, noté que el cabello se volvió menos grasoso.
Las fotos de arriba fueron tomadas en la quinta semana del experimento. Este era el sexto día sin lavarme el cabello, aplicando solo champú en seco. El resultado es obvio, creo.
Otros resultados del experimento:
- Notable ahorro de tiempo.
- Ahorros en productos para el cuidado del cabello: champú, mascarillas y acondicionadores. Los gastos en artículos de este tipo se redujeron.
- Mejoró la calidad del cabello. Durante un mes del experimento, mis rizos comenzaron a verse más vivos y brillantes. Quizá por eso los expertos dicen que lavar el cabello no es el mejor procedimiento, ya que los champús eliminan los aceites naturales y debilitan sus defensas. Y los acondicionadores solo reponen parcialmente el equilibrio de humedad que necesita un pelo saludable.
- Se despertó la creatividad a la hora de arreglar el cabello. He tenido el mismo corte de pelo y el mismo peinado por años. Pero durante el experimento, trataba de juntarlo en una cola de caballo, decorarlo con un pañuelo de seda y rizarlo. Y el resultado me gustó. También se puede juntar el cabello en un moño, hacer una trenza francesa o común, experimentar con colas de caballo altas y bajas, complementar el pelo con bandas para la cabeza y horquillas. Todo esto permitirá sentirse presentable y reducir el tiempo entre lavados con champú.
Consejos y recomendaciones
- Mantén limpias las toallas que usas para secarte el cabello. Cambia las fundas de las almohadas regularmente, lava los peines y los accesorios para el pelo que usas. Todo esto permite mantener el cabello limpio y, en consecuencia, lavarlo con menos frecuencia.
- No te apresures. Ve agregando un día entre el lavado habitual. Cuando el cabello se acostumbre a la nueva frecuencia de lavado, agrega otro día más, y así sucesivamente. Puede tardar seis meses “acostumbrar” el pelo a la frecuencia de lavado deseada.
- Usa champú en seco. Este producto ayuda a aumentar el tiempo entre los días de lavado, sin dejar de verse bien arreglado.
- Para que el cabello se acostumbre a lavados menos frecuentes, hay que estar preparado para soportar el hecho de que a veces tendrás que andar con el pelo grasoso.
- Cepilla el cabello 2-3 veces al día. Esto distribuirá los aceites naturales beneficiosos que el cuero cabelludo segrega a lo largo de las hebras desde las raíces hasta las puntas. Como resultado, el pelo se volverá más fuerte y brillante.
- Aplica la mascarilla y el acondicionador en las puntas del cabello. Evita que estos productos entren en contacto con el cuero cabelludo para que no haya factores adicionales por los cuales la piel se vuelva grasosa.
- Toca el cabello con menos frecuencia. Nuestras manos no siempre están perfectamente limpias. Pueden sudar o estar grasosas. Por lo tanto, para mantener el pelo limpio por más tiempo, trata de tocarlo con menos frecuencia, excepto cuando lo estés cepillando o peinando.
- Reemplaza las bandas para el cabello que usas con pinzas para mantenerlo alejado de la cara, ya que estas últimas no estropean el pelo y no dejan arrugas feas que pueden arruinar el peinado y acercar el próximo lavado.
La conclusión del experimento: al reducir la frecuencia con la que se lava el cabello, se ahorra mucho tiempo y dinero. Además, el pelo se vuelve más saludable, fuerte y manejable.