Qué tan necesario es lavar las nueces y las semillas
Las nueces y las semillas son buenas fuentes de proteínas, grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales. Su consumo regular ayuda a normalizar el peso y puede proteger contra la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. En pocas palabras, tenemos muchas razones para incluirlas en nuestra alimentación. Sin embargo, después de comprarlas en la tienda, surge la siguiente pregunta: ¿es necesario lavarlas, al igual que con las frutas y verduras, o se pueden comer de inmediato?
En Ideas en 5 minutos te contaremos qué tan necesario es lavar las nueces y las semillas antes de consumirlas.
¿Qué tan necesario es lavar las nueces y las semillas?
En la mayoría de los casos, es necesario lavarlas. Si en el empaque de nueces o semillas no se menciona que están listas para consumir, entonces es mejor lavarlas antes de comerlas o prepararlas. En especial, si las has comprado sin cáscara.
A pesar de que a las nueces y a las semillas les hayan quitado la cáscara previamente, no puedes saber cómo las han almacenado y transportado. Es decir, dónde y cómo se recolectaron, en qué contenedores se trasladaron y si se siguieron todas las normas sanitarias durante su clasificación, empaque, entre otras cuestiones.
¿Cómo deben lavarse correctamente las nueces y las semillas?
Es bastante fácil lavar las nueces:
- Sácalas del envase y colócalas en un recipiente hondo.
- Remoja las nueces y semillas en agua.
- Toma un puñado pequeño y frótalo cuidadosamente por unos minutos. Haz lo mismo con las nueces y semillas restantes.
- Enjuaga las nueces y semillas con agua de la llave hasta que esta se vea transparente.
¡Ojo! A la hora de lavar, no se sugiere usar jabón o detergentes blanqueadores. Estas sustancias pueden ser muy dañinas para nuestro organismo, por lo que no deben emplearse al preparar la comida o al tratar previamente los alimentos.
¿Qué tan necesario es remojar las nueces y las semillas antes de comerlas?
Se cree que, antes de consumir nueces y semillas, hay que remojarlas en agua. En realidad, no hay necesidad de hacerlo, solo en caso de que prefieras el sabor y la textura de las nueces remojadas. De hecho, su piel es rica en sustancias fitoquímicas, y cuenta con antioxidantes y propiedades antiinflamatorias. Por lo tanto, las nueces y las semillas sin un remojo previo serán aún más beneficiosas para tu salud.