Qué tipos de frutas desecadas existen
Desde hace mucho tiempo las frutas desecadas se han considerado como una delicia beneficiosa para la salud y, a menudo, se utilizan como un complemento para varios platillos. Tradicionalmente, para prepararlas, se utilizan frutas y bayas frescas que se secan al sol. Como resultado, se obtiene un producto alto en calorías, rico en vitaminas y capaz de almacenarse por mucho tiempo en un espacio seco.
Ideas en 5 minutos te explicará en qué consiste la diferencia entre las frutas desecadas, cómo detectar un producto de mala calidad y por qué en algunos casos se recomienda consumir tales productos con precaución.
Tipos de frutas desecadas
Las frutas desecadas son frutas y bayas que pasan por un proceso del secado y, como resultado, pierden gran parte de su humedad. De esta forma, se almacenan por más tiempo y siguen siendo una fuente de minerales y vitaminas otorgando beneficio al organismo. Por ejemplo, las frutas desecadas pueden prevenir y retrasar problemas con la vista o ser una fuente adicional de hierro para las mujeres durante el embarazo.
- Entre las frutas desecadas se pueden destacar chabacanos secos sin hueso y con hueso, ciruelas pasas (ciruelas secas), pasas (uvas secas) y dátiles. Asimismo, se elaboran de manzana, plátano, sandía, durazno, mango, papaya, piña, coco e higo. Muchas bayas se secan, por ejemplo, arándanos o cerezas.
La forma tradicional de obtener frutas desecadas es secarlas de forma natural, por ejemplo en el sol. Tras el desarrollo de la industria, aparecieron otros métodos. Por ejemplo, el uso de dispositivos especiales: deshidratadores. Gracias a ellos, las frutas desecadas se pueden preparar rápidamente en tu hogar y en cualquier época del año.
A menudo las frutas desecadas se usan en la cocina. Por ejemplo, las pasas se agregan a los productos horneados o se mezclan con nueces para preparar muesli, las ciruelas pasas se guisan con carne de res en una salsa cremosa y hervir las manzanas deshidratadas para obtener una bebida del tipo ponche.
Durante el proceso del secado, las bayas y las frutas pierden la mayor parte de su peso inicial, por lo que su contenido calórico en forma de frutas secas se incrementa varias veces. Las frutas desecadas también tienen un alto contenido de carbohidratos y azúcar, por eso su consumo puede causar el aumento de peso. A continuación, te hemos preparado el contenido calórico aproximado de varias frutas desecadas por cada 100 g:
- ciruelas pasas — 240 kcal
- chabacano seco — 241 kcal
- higo— 249 kcal
- dátiles — 282 kcal
- pasas doradas — 302 kcal
- arándonos secos — 308 kcal
❗Ojo. Los vendedores inescrupulosos pueden utilizar aditivos y conservantes artificiales para la producción de frutas secas. Por ejemplo, tratar el producto con dióxido de azufre, gracias al cual la fruta seca adquiere un color intenso y un aspecto más fresco. Elige vendedores confiables y trata de no comprar frutas secas que se distingan por tener un color más brillante e intenso. Antes de consumir, se recomienda enjuagar bien las frutas secas.
A menudo, bajo la apariencia de frutas secas, se venden frutas azucaradas. Su diferencia consiste en que antes del secado, las frutas y las bayas se hierven en azúcar o jarabe de azúcar. Como resultado, el producto final prácticamente no tiene vitaminas ni minerales, pero el contenido de azúcar y carbohidratos es alto. Por eso, estos dulces no pueden considerarse beneficiosos para la salud.