Cómo amarse a uno mismo y por qué no existe tal cosa como el buen egoísmo
No hay que confundir el concepto de “amor propio” y “egoísmo”. El egoísmo es un rasgo de carácter destructivo que pone a uno mismo en el centro de todo. Por otro lado, las personas que se aman y se respetan a sí mismas saben compartir el amor y el respeto con los demás.
En Ideas en 5 minutos encontramos algunas buenas técnicas que pueden ayudarte a amarte a ti mismo.
Dónde empezar
Kristin Neff, pionera en el estudio del amor propio o autocompasión, dice: “La autocompasión consiste en tratarse a uno mismo con la misma amabilidad, cuidado y apoyo que le darías a un buen amigo”.
En el camino de la autoaceptación, pasamos por etapas como:
- Conciencia. Reconoces que tienes momentos difíciles, estrés y problemas emocionales, pero esto no significa que seas débil o desafortunado.
- Aceptación. Aceptas el hecho de que tienes sentimientos y pueden ser negativos. En lugar de descartarlos o evitarlos, piensa exactamente en cómo te sientes.
- Autocompasión. Reflexiona sobre tus actitudes negativas, por ejemplo, “No merezco ser feliz”. Reconoce que las tienes y pregúntate por qué muestras compasión y aceptación ante los defectos de tus seres queridos, pero no de los tuyos.
- Resistencia a la negatividad. Recuerda las historias de tu vida cuando te mostraste de manera inapropiada y piensa por qué lo hiciste de esa manera y no de otra. ¿Quizá estabas mentalmente traumatizado o en una situación estresante? Asume la responsabilidad de ese acto y saca conclusiones para no caer en ese tipo de situaciones en el futuro. Piensa si tus expectativas sobre ti mismo son demasiado altas. Todo el mundo puede cometer errores, lo principal es no repetirlos en el futuro.
- Perdón. Encuentra una manera de perdonarte. Si has ofendido a alguien, discúlpate con él. Si tus comportamientos han causado daño, intenta solucionarlo. Usa el diálogo interno para animarte a ti mismo. Acéptate y perdónate, porque eres humano y la gente tiende a equivocarse.
- Apóyate, demuestra amor y comprensión por ti mismo. En lugar de castigarte, intenta hacer algo bueno por ti. Por ejemplo, utiliza los siguientes métodos.
Mímate, no desvalorices tus deseos
Desafortunadamente, las personas a menudo se sienten culpables si quieren hacer algo por sí mismas. A la vez, desperdician tiempo y dinero en los demás. Si te suena familiar, prueba hacer una lista de lo que siempre has querido hacer y comienza a seguir cada uno de sus puntos.
¿Qué estás guardando para más tarde? ¿Quizá sean clases en un estudio de baile o la compra de una lencería bonita? Otros, por ejemplo, aplazan una visita al dentista. Si no te amas a ti mismo y no te dedicas tiempo, ¿por qué deberían hacerlo los demás?
Piensa de forma positiva
El pensamiento positivo y optimista es la práctica de centrarse en lo bueno en cualquier situación. No significa que pierdas el contacto con la realidad, descuidando los problemas, sino que implica no obsesionarte con lo negativo. Intenta mirarte a ti mismo desde este punto de vista.
Piensa en lo que has logrado hasta ahora. No desvalorices tus logros y encuentra lo que realmente te gusta en ti mismo (en tu carácter o apariencia). Dite cosas bonitas.
Practica afirmaciones diarias
Las afirmaciones positivas nos ayudan a superar el autosabotaje con pensamientos negativos, es decir, cuando estamos constantemente “anclados” en pensamientos tristes y abrumadores sin darnos cuenta. Las afirmaciones deben repetirse todos los días, al igual que hacemos ejercicio todas las mañanas para mantener nuestro cuerpo sano. Según algunos investigadores, estos ejercicios psicológicos pueden ayudar a calmar los nervios y desarrollar la confianza en uno mismo antes de un evento importante.
Otro estudio demostró que las afirmaciones ayudan a los sujetos con estrés crónico a resolver dificultades. Se utilizan con éxito para tratar la depresión y otros problemas psicológicos.
Sin embargo, hay que tener cuidado con la baja autoestima, ya que las afirmaciones pueden empeorar la condición si lo deseado no se corresponde con la realidad. Empieza por desarrollar tu autoestima.
Escríbete una carta de apoyo
Imagina que tienes un amigo imaginario que te quiere mucho, te acepta tal y como eres y te cuida lo más que puede. ¿Cómo reaccionaría ante tus fracasos? ¿Qué aspectos positivos tuyos podría nombrar?
Escríbete una carta desde su punto de vista, trata de poner en el texto tanto amor y cuidado como sea posible. Mírate a ti mismo a través de los ojos de una persona que te quiere.
Deja de escuchar las quejas
Seguro que hay personas de tu entorno que se quejan constantemente de su vida. Roban nuestro tiempo y estropean nuestro estado de ánimo. Sientes que no importa con qué tan buen humor comiences un diálogo: después de que tu interlocutor se ha desahogado, te sientes peor.
Trata de limitar la comunicación con esas personas y, si te ves obligado a reunirte con ellas, cambia el tema de la conversación a uno que te interese. Aprende a establecer límites y no te sientas culpable al decir que no a sus intentos de sacarte de quicio.
Sé agradecido contigo mismo y con otras personas
Intenta hacer una lista, imaginaria o real, en la que enumeres todas las cosas por las que estás agradecido. Pueden ser tus padres, amigos cercanos y tú mismo. Sin embargo, recuerda que el propósito de una lista de agradecimiento es experimentar una verdadera gratitud por lo que anotas, no solo escribir cosas mecánicamente.
Empieza a llevar un diario y léelo con frecuencia. Anota los detalles, por ejemplo, no solo “Estoy agradecido por este día”, sino “Estoy agradecido con este día por hacerme feliz, por el delicioso café en la cama y una increíble caminata nocturna de la que recibí tanta alegría”.
Ayuda a otros
Al ayudar a los demás, nos ayudamos a nosotros mismos. La ayuda voluntaria y desinteresada mejora nuestro bienestar psicológico. Estudios han demostrado que las personas que en lugar de compartir sus problemas y obtener el apoyo de otros participantes del estudio ayudaban, redujeron sus niveles de depresión.
Ofrécete como voluntario en un refugio de animales o prueba hacer donaciones y sentirás que tu estado de pertenencia mejora.