Cómo dejar de postergar
No es sorprendente ver que la gente haya encontrado inútiles la mayoría de los consejos contra la procrastinación, ya que, durante muchos años, la procrastinación ha sido mal entendida. Afortunadamente, la investigación ha arrojado nueva luz sobre este tema y ha encontrado nuevas formas de abordar el problema.
Ideas en 5 minutos ha recopilado consejos sobre cómo lidiar con la procrastinación, pero al final, todo depende de ti: la mejor manera de combatir la procrastinación es comenzar con las tareas que estás demorando. Sin embargo, un pequeño empujón y una mejor comprensión de cuál es el problema real podrían ayudar.
1. Descubre por qué está postergando y anótalo
Los psicólogos creen que la procrastinación no está relacionada en absoluto con la gestión del tiempo, sino que es más una forma de regular las emociones. Es por eso que descubrir por qué está posponiendo una tarea es la clave para encontrar la motivación para trabajar. La mayoría de las veces, el miedo al fracaso es la raíz de los hábitos de procrastinación, pero eso no es todo. Algunas de las causas pueden ser:
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La tarea que tienes que realizar no es significativa para ti.
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Otra persona te ha encomendado la tarea.
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Eres perfeccionista.
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Te sientes ansioso porque otros compañeros de trabajo te evaluarán y porque tus tareas no están bajo tu control.
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No estás seguro de lo que se espera de ti.
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Tienes miedo a lo desconocido.
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No te sientes preparado para emprender la tarea porque careces de conocimientos o de una habilidad específica.
Escribe tus razones y tenlas a mano para recordarte por qué estaba procrastinando.
2. Haz un trabajo emocional
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No te castigues por postergar las cosas. Piensa en la procrastinación como una respuesta natural al estrés. Incluso si nunca te hace sentir mejor o mejora la calidad de tu trabajo, evita que te sientas peor en ese momento específico. Así que todo se reduce al tema del manejo emocional. Por ejemplo, digamos que estás demasiado estresado para hacer frente a una tarea específica ahora. Luego pospones las cosas del asunto por un tiempo y piensas que lo resolverás más tarde. El problema es que la mayoría de las veces esta estrategia fracasa porque cuanto más procrastinas, más estrés se acumula. Entonces terminas sintiéndote culpable y castigándote.
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Sé compasivo contigo mismo y con los demás. No te critiques si no puedes tener éxito en algo. En su lugar, piensa en el fracaso como una forma de adquirir nueva experiencia. Ser duro contigo mismo y con los demás solo conduce a una mayor procrastinación. Esto se debe a que si te juzgas a ti mismo y a los demás negativamente, experimentarás más estrés y eso solo empeorará las cosas. Recuerda, solo porque fallas en algo, no significa que eres un fracaso como persona, así que perdónate. Incluso genios como Einstein cometieron errores. Así que trátate a ti mismo y a los demás como tratarías a un amigo cercano o familiar.
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No escapes de las emociones “negativas”. Aprende a aceptar y abrazar tus emociones de una manera sana. Eso significa que estar triste o enojado no es algo malo, como mucha gente piensa. Que lo único malo es cómo reaccionamos ante estos sentimientos. Si decidimos ignorarlos, es probable que se muestren de una manera diferente, por ejemplo, en forma de procrastinación. Una buena forma de empezar es observar atentamente lo que sientes sin juzgarlos como buenos o malos, sino como lo que son: sentimientos.
3. Adopta estrategias contra la procrastinación
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Crea tus propias fechas límite. Una excelente manera de comenzar es dividir las tareas grandes en secciones pequeñas. Luego, establece tus fechas límite con objetivos específicos. Es como construir una casa: comienzas colocando un ladrillo, luego otro, y luego el siguiente. Entonces, de repente, tienes una casa.
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No esperes a estar “de humor” para empezar. Comenzar es un buen paso para superar la procrastinación en su totalidad. Un buen truco es pensar: “Empecemos a hacer la tarea” en lugar de centrarnos en “simplemente hacerlo”. Eso es porque la motivación sigue a la acción, que es otra forma de decir que si empiezas a actuar, ¡encontrarás la motivación que estabas esperando!
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Limita las distracciones. Considera apagar tu teléfono y bloquear las redes sociales y otras fuentes de distracción hasta que termines la tarea en la que estás trabajando. Puedes usar una técnica para descubrir claramente qué podría distraerte y asegurarte de que te comprometas con tu tarea. Es bastante simple, puedes usar esta plantilla:
Si [SITUACIÓN], entonces haré [ACCIÓN].
Ejemplo: si [mi teléfono suena], mi acción será [no responder].
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Concéntrate en el proceso. Según este estudio, cuando tu principal preocupación es el miedo al fracaso, concéntrate en el proceso en lugar del resultado, puede ser de gran ayuda para abordar la tarea que has estado posponiendo durante tanto tiempo.
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Trabaja en un lugar singular. Si has hecho de la procrastinación un hábito, ¡rompe tus viejos hábitos! Encontrar una nueva ubicación para trabajar podría ayudarte a hacer esto. Puedes intentar trabajar desde una nueva cafetería o desde un parque.
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Divide tu trabajo. Dividir tu trabajo en partes manejables puede ayudarte a comenzar. También hará que sea más fácil aumentar tu confianza al hacer que sientas que está tachando cosas de tu lista de deberes.
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Recompénsate. Así como hay un momento para comenzar, concentrarte en la tarea y hacer las cosas, también debe haber un momento para recompensarte después de terminar una tarea y finalmente tacharla de tu lista de tareas pendientes.