Cómo sobrevivir a una ruptura
Posiblemente todos nosotros nos hemos enfrentado a una relación amorosa que llega a su fin. Y sabemos que terminar un noviazgo o matrimonio nunca es sencillo. Esto puede ser bastante doloroso y complicado.
Ideas en 5 minutos le pidió consejos a psicólogos para saber qué acciones pueden ayudar a sobrevivir una ruptura y curar un corazón herido.
1. Reconocer la ruptura y el fin de la relación
El fin de una relación viene acompañado de las siguientes cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
La negación es la primera etapa y precisamente por eso en un principio nos negamos a reconocer la ruptura, nos hacemos ilusiones de que todo regresará y esperamos recuperar la relación y la vida que antes se tenía.
Es importante no quedarse atrapado en esta etapa y admitir sinceramente que la relación ha terminado:
✔ Reconoce que las cosas nunca volverán a ser como antes.
✔ Si es posible, deja de hablar con tu ex. Si no es posible (por ejemplo, si tienen hijos en común) mantén la comunicación al mínimo.
✔ No busques razones para encuentros. No llames a tu ex para regresarle cosas o saber si asistirá a alguna fiesta.
✔ Elimina a tu ex pareja de todas las redes sociales. Resiste la tentación de averiguar qué hace o deja de hacer.
2. Acepta el hecho de que no eres el único responsable por la ruptura de la relación
La etapa de la negociación puede consistir en la búsqueda de cualquier método para recuperar la relación. Por ejemplo, prometer que todo cambiará, que se solucionará todo lo que estaba mal, que aprenderás a cocinar, que adelgazarás o que comenzarás a ir al psicólogo.
Cuando prometes resolver todos los problemas entre tu ex pareja y tú, transfieres toda la responsabilidad de la recuperación y preservación de la relación a ti mismo. La negociación solo puede distraer un poco la preocupación de la pérdida y dar la ilusión de que tienes el control de la relación. De esta forma, se fortalece la creencia de que es posible salvar la relación tomando algún tipo de acción.
En esta etapa se debe intentar no perder de vista el hecho de que ambas partes de la relación asumieron responsabilidad por ella y ambos contribuyeron a que llegara a su fin.
3. Permitirse llorar por la relación
La tristeza es parte natural e integral de nuestra vida. Es normal sentir dolor al despedirse de alguien o perder a un ser querido. El camino que recorrieron juntos y los recuerdos de los momentos que pasaron es algo importante. Y solo si te permites llorar por la relación que ha terminado se puede seguir adelante.
A ninguno de nosotros nos gusta experimentar sentimientos negativos, pero es importante vivirlos. Si se ignoran los sentimientos desagradables, se finge que no existen o de alguna forma se intenta apagarlos, esto solo ralentizará la cura después de una ruptura.
4. Responderse a sí mismo: “¿Qué cualidad de esta persona sigo necesitando?”
“¿Qué fue precisamente lo que he perdido?”. Cuando pensamos en esto, tenemos la oportunidad de entender qué necesidades son las que satisfacía nuestra ex pareja. Posiblemente, era apoyo emocional que necesitabas, admiración, protección psicológica o material o tal vez ayuda en casa. Piensa en cuáles de estas necesidades puedes satisfacer por tu propia cuenta para cuidar de ti mismo y cuáles puedes cubrir con ayuda de otras personas.
Por ejemplo, estabas acostumbrado a depender del apoyo emocional de tu ex pareja, pero ahora necesitas un apoyo moral adicional debido a la ruptura. En este caso, puedes rodearte de amigos que te apoyen. Los amigos también puede ser útiles si necesitas una charla para levantar el ánimo o si simplemente quieres ver la situación desde una perspectiva diferente .
5. Quitarse los lentes de color de rosa al recordar a tu ex
Piensa en 5 ocasiones en que tu ex pareja te haya ofendido, decepcionado o en algún otro momento negativo relacionado con esa persona. También se puede escribir una lista de cualidades o acciones que te molesten. Esto ayudará a comprender que esa persona no era perfecta. A veces miramos a nuestras ex parejas a través de unos lentes de color rosa, lo cual puede impedirnos seguir adelante.
Analiza la relación de forma honesta. Mira de forma objetiva cómo fue en realidad. De esta forma se podrá dejar de idealizar a la persona que se va y no obsesionarse solo con los buenos recuerdos y experiencias.
6. Reflexionar cómo se han afrontado estas situaciones en el pasado
Si sientes que nunca podrás lidiar con tu depresión después de la ruptura, entonces puede ser útil recordar separaciones anteriores. Posiblemente, ya has experimentado sentimientos similares, incluso aunque sean recuerdos de amores escolares.
Piensa en lo fuerte que eran esos sentimientos en aquel tiempo y date cuenta de que después comenzaste a salir con otra persona que se ganó tu corazón con más fuerza (posiblemente, tu actual ex). Tales sentimientos pueden resultar curativos, pueden ayudar a echarle un vistazo a las cosas desde otra perspectiva y recordar que ya tienes experiencia en cómo lidiar con rupturas.
7. Redescubrirse a sí mismo nuevamente
Si la planificación de tu tiempo personal y de tiempo libre estaba fuertemente ligada con tu ex pareja, entonces ahora es un momento adecuado para redescubrir quién eres.
Descubre quién eres fuera del contexto de la relación. No te apresures a llenar el vacío que sientes, precipitándote a tener un nuevo noviazgo. Hacerlo sin saber quién eres en realidad, qué quieres o quién eres fuera de la relación, es un camino a la angustia o un gran error.
Paso adicional
Si sientes que no puedes lidiar por sí solo con las emociones negativas después de una ruptura, o si te has quedado atrapado en alguna de las cinco etapas de la pérdida (no puedes aceptar la separación, lloras constantemente o estás enfadado con la personas que has terminado), entonces deberías acudir a un psicólogo.
Un especialista cualificado te ayudará a pasar todas las etapas de la ruptura, dar por terminada la relación que quedó incompleta en tus pensamientos, sanar un corazón roto y a aceptar que la relación es cosa del pasado. Con esto surgirá una nueva imagen del mundo sin la persona que se ha ido, y todas las nuevas posibilidades.