Qué esperar cuando vas a terapia por primera vez
Se necesita mucho coraje y valentía para ir a terapia cuando crees que necesitas algún tipo de ayuda, o cuando estás pasando por desafíos en la vida. Y si ya has reservado tu primera consulta, es posible que te estés preguntando qué puede implicar tu sesión y qué debes esperar cuando te encuentres con tu consejero o terapeuta por primera vez.
Por eso, Ideas en 5 minutos ha reunido algunas de las cosas esenciales que puedes esperar en tu primera sesión de terapia.
1. Solicita una consulta gratuita antes de reservar una sesión
Hay muchos terapeutas que ofrecen una primera consulta gratuita a los pacientes nuevos. Aprovecha al máximo este beneficio y haz cualquier pregunta básica que puedas tener en mente, por ejemplo: cómo trabaja, cómo es su enfoque al tratar tus problemas, y cualquier consideración importante que debas hacer antes de la primera sesión. Escucha tus instintos, si te sientes cómodo hablando con ese terapeuta en particular, puedes reservar una sesión con él sin dudarlo.
2. El terapeuta también puede tener algunas preguntas para comprender qué tipo de terapia necesitas
Para comprender el tipo de terapia que puedes necesitar, tu terapeuta puede preguntarte sobre los problemas que te gustaría abordar y qué has hecho en el pasado para controlar tu salud mental. También te preguntarán qué funcionó para ti y qué no, para adaptar tus sesiones de terapia en consecuencia. Es posible que te hagan preguntas como:
- ¿Has probado la terapia antes?
- ¿Cómo es tu vida hogareña?
- ¿Alguien en tu historia familiar ha pasado por problemas de salud mental?
- ¿Cuáles son tus síntomas?
3. Su trabajo no es resolver tus problemas
No te dirán qué hacer ni abordarán los errores y los derechos de las personas en tu vida. En cambio, te pedirán que te concentres en las cosas que puedes y no puedes cambiar, en otras palabras, en ti, en tus elecciones y tus respuestas a las situaciones. También te ayudarán a reflexionar sobre ti mismo al mirar en profundidad un trauma pasado y desarrollar estrategias de afrontamiento para abordar cualquiera de tus miedos que puedan surgir.
También profundizarán en tus relaciones, no para determinar las fallas de las personas que te lastimaron, sino para ayudarte a comprender cómo mejorar estos vínculos o establecer límites si es necesario. Una vez que te lleves bien con tu terapeuta, te darás cuenta de que te ofrece los recursos adecuados siempre que sea necesario. Su cometido es hacerte comprender cómo ayudarte a ti mismo de una mejor manera.
4. Puedes llegar a sentirte incómodo a veces
Tus sesiones de terapia también pueden requerir cambios en tu vida, ya que convertirte en lo que quieres ser es un proceso. Y no es una cosa fácil de superar. Puede que te incomode al principio, haciéndote sentir como si tus síntomas empeoraran, pero en última instancia te ayudará a allanar el camino hacia donde quieres ir.
5. No todas las sesiones deben tener un tema importante que debatir
También habrá momentos en los que no tendrás nada importante de qué hablar durante tus sesiones, pero estas conversaciones a veces pueden llevarte a grandes avances. Y cuando esto ocurra, tu terapeuta puede preguntarte algunas cosas para llegar a la esencia de tu problema y mantener la conversación productiva y encaminada.
Esto ayuda porque tendemos a no mencionar ciertas cosas en la terapia cuando son difíciles de manejar. Pero cuando te sientas seguro con tu terapeuta, puedes desahogarte sobre muchas cosas que te están molestando y puedes comenzar a darte cuenta de que son problemas que deben abordarse.
6. Cuando no estés de acuerdo con tu terapeuta sobre un tema determinado, dilo
La terapia está destinada a ser un entorno seguro en el que puedas compartir cualquier cosa con tu terapeuta. Este cómodo espacio también incluye una parte en la que no entiendes algo o en la que no estás de acuerdo con tu terapeuta en cierto punto y lo dices. Esto ayuda enormemente al terapeuta a comprenderte mejor y adaptar tu tratamiento en consecuencia.
Por ejemplo, si no te gusta que tu terapeuta llegue tarde, expresa lo que sientes. De esta manera, tú y tu terapeuta celebrarán el hecho de que fuiste capaz de defender tu punto de vista sobre algo.
7. No ignores a tu terapeuta si las cosas no están funcionando
Si has trabajado con tu terapeuta durante mucho tiempo, siempre es recomendable hablar con él si sus servicios ya no son beneficiosos para ti. Siempre es útil explorar cosas en lugar de dejar el tratamiento sin previo aviso. Podría haber algunas cosas buenas para reflexionar y descubrir, y si no abordas estos problemas, es posible que también suceda lo mismo con tu próximo terapeuta.