Cómo cocinar y servir mariscos
Para las personas que viven lejos del mar, los mariscos pueden parecer algo extraño, y su preparación un auténtico arte. Aunque, de hecho, cualquier persona puede cocinar deliciosos mejillones o camarones.
En Ideas en 5 minutos te contamos cómo cocinar y servir mariscos correctamente.
Ostras
Las ostras frescas tienen un sabor aceitoso y salado con toques de agua de mar. Dependiendo de la región donde habiten, también pueden tener otros sabores (dulce, cremoso, más salado, metálico, etc.).
Las ostras buenas nunca huelen ni saben a pescado. No deben verse secas y arrugadas. También hay que tener en cuenta que, si no encuentras agua de mar dentro de la concha, lo más probable es que el molusco esté muerto.
Cómo servir:
Las ostras son mariscos que se pueden comer tanto crudos como cocinados. Las crudas generalmente se sirven con jugo de limón o salsa rosa. También se fríen, se hornean, se guisan o se cocinan al vapor.
Cómo cocinar:
1. Frescas
Lava las conchas antes de abrirlas. Luego, usa un cuchillo para ostras o un tenedor pequeño para separar la parte superior plana de la concha de su otra parte. Usando el mismo cuchillo o tenedor, separa la ostra de la concha. Manteniendo la parte inferior de la concha en posición horizontal, agrega condimentos, como rábano picante o jugo de limón. Inclina la parte más ancha de la concha hacia tus labios y mete la ostra en la boca junto con el jugo. Puedes simplemente tragar el molusco o masticarlo para obtener un sabor más rico.
2. Fritas
Para empezar, las ostras deben pelarse, luego empanarse y freírse. Sírvelas sobre una baguette con col en escabeche, salsa picante y salsa remoulade.
3. Al vapor
Lava las conchas y luego cocínalas al vapor durante 3-5 minutos. Las ostras preparadas se pueden comer de inmediato o se pueden agregar a otros platillos, como linguine.
Mejillones
Los mejillones frescos tienen un ligero sabor marino salobre y una textura suave. Su aroma también debe ser fresco, con un leve olor a mar. Es mejor no comprar ni cocinar mejillones con olor fuerte. Solo los vivos con conchas completamente cerradas sin espacios abiertos ni grietas se consideran comestibles.
Cómo servir:
Los mejillones se pueden freír, hornear o hacer al vapor. El último método de cocción se considera el más suave y se usa con más frecuencia que otros.
Cómo cocinar:
Lava las conchas con agua corriente fría, girándolas de lado a lado. Esto ayudará a separar las conchas que se han abierto y no son aptas para cocinar. Si quieres, puedes raspar el exterior de las juntas para limpiarlas aún más. Retira los hilos peludos de la parte inferior de la concha.
Prepara los mejillones según la receta que hayas elegido. Por ejemplo, puedes ponerlos en una sartén seca, taparlos y calentar a fuego medio hasta que las conchas se abran. Los moluscos preparados de esta manera se pueden servir con pan crujiente con una adición de mantequilla y pimienta negra.
Pulpo
El pulpo fresco emana un sutil aroma a agua de mar y no huele a nada más. Tampoco debe tener un fuerte olor a pescado.
Antes de comprar un pulpo fresco, ten en cuenta que generalmente se vende junto con los intestinos, que habrá que quitar antes de cocinarlo. Los pulpos congelados se ofrecen ya limpios y eviscerados.
Cómo servir:
El pulpo se puede comer crudo, pero será mucho más sabroso cuando esté cocinado y servido con salsa.
Cómo cocinar:
Limpia y enjuaga el pulpo si lo compraste fresco. O simplemente descongélalo. Un pulpo completamente limpio debe parecerse a un globo con tentáculos desinflado.
La forma más fácil de cocinar un pulpo es hervirlo. Llena una cacerola con agua, agrega un poco de sal y espera a que hierva. Sumerge el pulpo en el líquido, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 45-60 minutos. Después del tiempo indicado, intenta perforar uno de los tentáculos con un cuchillo. Si se perfora con facilidad, el platillo está listo.
Puedes agregarle al pulpo aceite de oliva, limón, hinojo, perejil y tomates como condimento.
Calamares
Los calamares tienen una carne fina y tierna, menos densa que la del pulpo y la sepia. La carne de calamar cruda es lisa y dura, pero cuando se cocina correctamente, se vuelve suave y sabrosa.
Cómo servir:
Hay muchas formas de cocinar los calamares: freírlos, hervirlos, hacer a la parrilla, en freidora, etc. La regla básica es que deben cocinarse o muy rápido a temperatura alta o muy lentamente a temperatura baja. De lo contrario, se corre el riesgo de obtener una textura gomosa y estropear el platillo.
Cómo cocinar:
Es mejor comprar calamares ya pelados para no tener que molestarse en quitarles las entrañas. Córtalos en rodajas o tiras (si no vas a cocinarlos enteros).
1. Asados
Para evitar que los calamares se caigan entre las rejillas de la parrilla, es mejor freírlos enteros. Para cocinar partes ya cortadas, usa una sartén grill. Independientemente de si vas a cocinar a la parrilla o en sartén, hazlo a la temperatura más alta posible. Sazona los calamares con sal y pimienta, y fríelos durante 2-3 minutos hasta que estén bien cocidos.
Los calamares, como muchos otros mariscos, van bien con jugo de limón. Se pueden acompañar con alioli o salsa tártara.
2. Fritos
Corta los calamares en tiras o déjalos enteros, sazona con sal y pimienta. Fríe a fuego alto durante 2-3 minutos. Cuando estén hechos, puedes servirlos con pasta, arroz, verduras o como acompañamiento de ensaladas.
3. Cocidos
Corta los calamares en tiras o rodajas y enjuágalos en agua hirviendo durante un minuto. Luego ponlos en agua helada y mezcla con hierbas y verduras cortadas en rodajas finas (como hinojo, apio y chalotes). Sazona con salsa y el platillo estará listo para servir.
También puedes agregar calamares a la sopa: añade los trozos cortados al platillo casi completamente cocido unos minutos antes de servir.
Camarones
Los camarones tienen un sabor suave, ligeramente dulce y una textura tierna. Los muy frescos también pueden tener un sutil y ligero sabor a océano.
Cómo servir:
Puedes hervir los camarones, freírlos en una sartén, asarlos o hacerlos en la freidora.
Ten en cuenta que es muy fácil pasarse durante la cocción de camarones, lo que hará que su carne se convierta en “goma”. Una de las mejores formas de determinar la preparación es prestar atención a su forma. Los camarones a medio cocer son ligeramente curvados, casi rectos. Los que están cocidos correctamente quedan en forma de C, mientras que los pasados tienen la forma de un anillo.
Cómo cocinar:
1. Hervidos
Pela y hierve los camarones siguiendo nuestras recomendaciones.
2. Asados
Retira la cáscara, pero deja la cola intacta. Quita la vena intestinal y luego clava los camarones en una brocheta de madera remojada en agua durante al menos 20 minutos. Calienta la parrilla a fuego alto y luego coloca una capa de papel de aluminio sobre la rejilla. Coloca las brochetas de camarones en la parrilla, dejando espacio entre ellas. Repasa los camarones con un poco de aceite de oliva, agrega sal, pimienta y ajo. Hay que asarlos por ambos lados durante un total de 3-4 minutos, hasta que los camarones estén rosados. Después de eso, el platillo se puede servir.
3. Fritos
Enjuaga los camarones con agua corriente fría y sécalos con toallas de papel. Derrite un poco de mantequilla mezclada con aceite de oliva en una sartén grande. Agrega los camarones a la sartén caliente junto con algunos dientes de ajo picados. Sazona con sal y pimienta negra. Fríelos, revolviendo de vez en cuando, durante 3-5 minutos hasta que se vuelvan rosados. Luego retira del fuego y sirve de inmediato.
4. En freidora
Llena una freidora o wok con aceite vegetal y caliéntalo a 190°. Pela los camarones, dejando solo la cola. Sumérgelos en leche, espolvorea con harina y pásalos a la freidora. Fríelos durante 2-3 minutos hasta que queden dorados.