Cómo usar menos sal
Aunque la sal no es peligrosa en pequeñas cantidades, usarla en exceso puede tener consecuencias negativas para la salud. Afortunadamente, hay especias que pueden sustituirla y maneras de reducir su cantidad en la comida que pueden ayudar a conseguir platillos más sanos y sabrosos.
En Ideas en 5 minutos te contamos todo sobre estos trucos.
1. Añadir acidez
Añadir un elemento ácido a un platillo puede ser útil para sustituir la sensación de sal, por ejemplo:
- Una variedad de vinagre: balsámico, de manzana, de arroz u otros tipos.
Combinan bien con verduras, en ensaladas o asados al horno, como ingredientes de salsas o para glasear carnes. Nuestra lengua reacciona al vinagre de la misma manera que a la sal, por lo que es un excelente sustituto. - Jugo de limón o ralladura de limón.
Van bien con pollo, pescado o verduras. Añaden sabor, permitiendo reducir o eliminar por completo la sal, siendo también más ligeros que el vinagre.
2. Hierbas y especias
- Cebolla y ajo.
Aunque son algunas de las especias más comunes, a veces se infravaloran. Las variedades secas y en polvo funcionan especialmente bien para sustituir la sal, añadiendo un toque picante y dulce a cualquier platillo. - Raíz de jengibre.
Su sabor picante la convierte en un excelente sustituto de la sal. Además, se ha demostrado que tiene algunos beneficios para la salud y propiedades antiinflamatorias. Es perfecta para adobos, sopas y bebidas. - Romero.
Es una hierba con olor a pino y con un sabor muy fuerte, por lo que no hay que abusar de ella. Es fácil de cultivar y funciona como un buen complemento para asados, carne a la parrilla, pan o salsas. - Levadura nutricional.
Normalmente, se considera una alternativa al queso para platillos veganos, pero su fuerte sabor a nuez y queso también funciona muy bien para sustituir la sal en platillos de pasta o para espolvorearla sobre palomitas de maíz y nueces. - Otras opciones incluyen hojas de laurel, mostaza en polvo, pimentón y comino.
3. No añadas sal mientras cocinas
Es habitual añadir sal a medida que se cocina. Si hacemos pasta con verduras, solemos agregarla al agua para cocer la pasta, al agua para las verduras y a cualquier otro ingrediente en el proceso.
- Evita esto, añadiendo solo una pequeña cantidad de sal al platillo terminado.
Mientras cocinas, opta por ingredientes que sean naturalmente salados, pero que tengan un bajo contenido de sodio, como la salsa de soya baja en sodio, las anchoas o las algas. ¡No olvides comprobar si son de la variedad baja en sodio!
4. Añadir un toque picante
Si te encanta la comida picante o, al menos, no te importa, añadir condimentos picantes es una buena manera de evitar la sal. Se ha demostrado que activan las mismas áreas del cerebro que reaccionan al sabor salado.
- Copos de pimienta roja.
Funcionan muy bien en casi todos los platillos, mejorando en gran medida aquellos con huevo, pizza, sopas y salsas. - Pimienta de Cayena.
Es ideal para sazonar carnes, aportando mucho picor. Los pimientos normales también son un gran complemento, ya que aportan mucho sabor sin el picante.
5. Cocinar con aceites infundidos
Cocinar con aceite infundido funciona muy bien para añadir una capa extra de sabor, pero sin aumentar el contenido de sodio. Esto puede ayudarte a eliminar la mantequilla salada de tus platillos, por ejemplo.
Los aceites con sabor asiático son muy útiles para este fin, mientras que otras buenas opciones son las siguientes:
- Aceite de trufa
- Aceite de chile
- Aceite con infusión de ajo
- Aceite con infusión de limón