Qué errores cometemos a menudo al cocer la pasta
Probablemente todo el mundo piensa que sabe cocinar pasta. Sin embargo, esta tarea aparentemente sencilla tiene varios aspectos. Pero, conociéndolos, podrás preparar la pasta perfecta.
Ideas en 5 minutos te cuenta cuáles son los errores más comunes al cocer la pasta.
Poner poca agua
Un error común al cocer la pasta es no usar suficiente agua. La proporción entre el agua y la pasta es muy importante. Si no hay suficiente agua, la pasta puede quedar pegajosa o demasiado almidonada.
Para preparar un paquete de pasta de 450 g, hay que verter unos 4 litros de agua en una cacerola.
Elegir una cacerola chica
El tamaño de la cacerola también influye en el resultado. Para evitar que la pasta se pegue, elige la cacerola adecuada.
Para que la pasta se cocine de manera uniforme, se recomienda utilizar una cacerola con una capacidad de 4 a 6 litros.
Sumergir la pasta antes de tiempo
Mucha gente hierve pasta cuando quiere cocinar algo rápidamente. Con el apuro, suelen poner la pasta en un agua que no está lo suficientemente caliente, lo cual es un grave error. Solo se puede poner la pasta en la cacerola después de que hierva el agua.
Agregar aceite al agua
Algunas personas agregan aceite de oliva al agua para la pasta. Esto se hace supuestamente para evitar que el agua se evapore y la pasta se pegue. Sin embargo, los expertos dicen que esto no debe hacerse. Si la pasta va acompañada de salsa, esta no se combinará lo suficiente a causa del aceite.
Hierve la pasta en suficiente agua y sumérgela estrictamente en el agua hirviendo para que no se pegue.
Agregar poca cantidad de sal
Otro error podría ser no salar suficientemente el agua. La sal desempeña un papel importante, ya que le da sabor a la pasta. Se recomienda salar el agua cuando empiece a hervir y antes de añadir la pasta.
Para determinar la cantidad correcta de sal, hay que probar el agua. Si se siente poca sal, hay que agregar un poco más. El agua de la pasta debe parecerse al agua del mar, es decir, notablemente salada.
No revolver
Todo el mundo sabe que la pasta debe revolverse siempre para que no se pegue. El error aquí es que mucha gente empieza a revolverla demasiado tarde. Si no se hace a tiempo, la pasta puede pegarse al principio, antes de que el almidón entre en el agua.
Para evitarlo, revuelve la pasta durante los primeros 2 minutos de cocción.
Exceso de cocción
La pasta se sirve tradicionalmente al dente, es decir, ligeramente dura. Por ello, la cocción excesiva es uno de los mayores errores.
Para evitar que la pasta se cocine en exceso, los expertos recomiendan acortar el tiempo de cocción indicado en el paquete entre 1 minuto y 1 minuto y medio.
Tirar la pasta contra la pared
Hay gente que tira la pasta contra la pared para ver si está cocida o no. Se cree que la pasta cocida se vuelve pegajosa, por lo que se adhiere a la pared. Sin embargo, esta no es la mejor manera.
Para asegurarte de que esté lista, saca con cuidado un poco de pasta de la cacerola y pruébala.
Tirar toda el agua
Una vez hervida la pasta, se suele poner en un colador y se escurre toda el agua. Sin embargo, los cocineros no aconsejan hacer esto. Coloca el colador sobre un recipiente en el que se escurrirá el agua. Deja un poco de este líquido para mezclarlo con la salsa.
El agua de la pasta le añadirá un poco de sal al plato y el almidón que contiene ayudará a que la salsa se espese.
Enjuagar
No enjuagues la pasta cocida: esto tiene un efecto negativo en su sabor.
Mucha gente piensa que una vez que se ha escurrido todo el líquido de la cacerola, hay que enjuagar la pasta con agua limpia. Sin embargo, esto es un grave error. Al enjuagar la pasta se elimina la mayor parte de la sal y los restos de almidón, que son necesarios para combinar la pasta con la salsa.
Elegir el tipo de pasta equivocado
Es muy importante elegir la pasta adecuada para el plato que vas a preparar. Piensa de antemano con qué pasta combinará mejor.
Por ejemplo, las farfalle son ideales para recetas con verduras picadas, mientras que los rigatoni se recomiendan para salsas espesas.
Preparar mucha cantidad o poca
La pasta se agranda durante la cocción, por lo que puede ser difícil saber la cantidad de producto final que obtendremos. Hay algunos trucos que te ayudarán a preparar una ración de pasta.
- La pasta larga y fina, como los espaguetis, debe apretarse bien y ajustarse al cuello de cualquier botella de refresco. La cantidad que quepa en el cuello será 1 porción.
- La pasta chica es aún más fácil de medir: la cantidad que cabe en el puño suele ser 1 porción.