Una guía de diferentes tipos de calabazas
Independientemente de la razón por la que estés buscando una calabaza, es importante saber que hay muchos tipos diferentes de ellas. Como verás, no todas son comestibles, al igual que no todas son buenas para tallar o decorar tu hogar.
En Ideas en 5 minutos, creamos una pequeña guía para ayudarte a diferenciar entre los tipos más comunes de calabazas que encontrarás en el mercado de agricultores. Al final del artículo también encontrarás algunos consejos para elegir las mejores para tallar.
Tipos de calabazas
1. Calabazas gigantes
Se utilizan a menudo en ferias del condado y festivales internacionales de cosecha de calabaza donde gana la más grande. No se cultivan para comerse o tallarlas porque a menudo carecen del sabor de sus primos más pequeños y sacar la pulpa puede ser una tarea ardua. Algunas de ellas son:
- Atlantic giant: unas de las calabazas más grandes del mundo. Pueden pesar hasta 226 kg y verse de color naranja brillante. Tienen nervaduras pronunciadas, pero no profundas y su textura es bastante rugosa.
- Big max: pueden ser de color naranja pálido a brillante y pueden crecer hasta 136 kg, pero por lo general pesan un poco más de 45.
- Big moon: de color naranja brillante, piel con una textura abultada pero no rugosa. Pueden pesar hasta 90 kg.
- Dill’s atlantic giant: estas calabazas gigantes pueden crecer hasta alcanzar el asombroso peso de 450 kg.
- Musquee de Provence: grande, con nervaduras profundas y de color marrón anaranjado. Por lo general, pesan hasta 9 kg, pero pueden volverse mucho más grandes.
- Prizewinner: crecerán hasta el asombroso peso de 90 kg o más, de ahí el nombre. Tienen la forma más uniforme de los gigantes.
2. Azules
Las calabazas azules contrastan con sus hermanos anaranjados y amarillos más cálidos. Su color a veces les da una apariencia fantasmal. Algunas de las variedades más populares son:
- Jarrahdale: una calabaza reliquia australiana aplanada pero redondeada también. Tiene un color gris azulado claro y es profundamente acanalada. Su pulpa es de color amarillo dorado y tiene un sabor ligeramente dulce, con una textura cremosa y densa que la hace ideal para tartas.
- Blue lakota: una variedad tradicional del Medio Oeste que tiene una mezcla de azul y verde. Son ligeramente acanaladas y, a menudo, de redondas a oblongas.
- Kabocha: también se conoce como calabaza japonesa, ebisu, delica, hoka o calabaza de Hokkaido. Su piel es dura y verde, pero tiene una pulpa amarilla que se mantiene firme y conserva su forma después de la cocción. Es una gran elección en la cocina debido a su textura firme y sabor dulce.
- Kakai: se cultivan en Japón y tienen un color gris con rayas o nervaduras naranjas. A menudo pesan de 2 a 4 kg y se pueden tallar. Por otro lado, no son la primera opción para cocinar. Aun así, la kakai es popular por sus semillas azules, que se pueden tostar.
3. Rojo-naranja
Un tipo muy popular utilizado para decoración. Parece la calabaza naranja brillante que el hada madrina convirtió en un carruaje en el clásico animado de Disney, Cenicienta. Las variedades rojo-naranja incluyen:
- Lakota: esta es una variedad reliquia que proviene del Medio Oeste. Tiene la piel roja con manchas verdes y negras que siguen una ligera nervadura. A menudo tiene forma de pera y pesa de 2 a 3 kg. Tiene un sabroso sabor a calabaza.
- Cenicienta (rouge, rouge vif d’estampes): popular por su forma, color brillante y nombre. Son aplanadas pero redondeadas y con nervaduras profundas. Son comestibles y tienen un sabor semidulce. Son húmedas y excelentes para tartas. Su piel de color rojo anaranjado brillante y su forma caprichosa las hacen ideales también como decoración.
4. De queso
Su parecido con grandes ruedas de queso y su color amarillo anaranjado pálido hacen que estas calabazas sean únicas. Vienen en una variedad de tamaños. Entre las mejores calabazas de queso se encuentran:
- Long Island cheese: una calabaza clásica de tamaño mediano con un peso promedio de 4,5 kg que tiene un color de queso pálido y nervaduras suaves. Su pulpa de color naranja intenso es dulce en variedades como long island cheese y shakertown field.
- Musée de Provence: a menudo se vende en rodajas en los mercados franceses. Tiene una piel de color amarillo anaranjado pálido, nervaduras profundas y distintivas y pulpa de color amarillo anaranjado. Su tamaño puede variar de mediano a grande y tiene un sabor rico, dulce, cremoso y denso.
5. Blancas
Las calabazas blancas se usan a menudo como exhibiciones en el porche, son excelentes cuando se combinan con variedades de naranja, pero algunas de ellas también son comestibles. Las calabazas blancas incluyen:
- Casper: de color blanco brillante y redonda, con solo una leve nervadura. Ideal para hacer tartas y hornear. No es ideal para tallar.
- Baby boo: mini calabazas del tamaño de la palma de la mano de color blanco y nervaduras profundas que tienden a volverse amarillentas cuando se exponen a la luz solar directa. No son comestibles y son demasiado pequeñas para tallarlas.
- Lumina: tienen piel blanca suave. Su carne es de color amarillo brillante y apreciada por su sabor. Es buena para hornear y se puede tallar o pintar, pero no durará mucho.
- White ghost (también conocida como valencia): tienen piel de color blanco puro con una pulpa gruesa y de color amarillo brillante. Son bastante sabrosas y en su mayoría comestibles, pero no sirven para tallarlas.
- White pie: de color marfil y piel algo tersa. Es bastante pequeña y ovalada. Tiene un sabor dulce con una textura mantecosa. A menudo, una calabaza será suficiente para hacer una tarta completa. Se pueden tallar.
6. Verdes
Las variedades populares de las calabazas verdes incluyen:
- Cushaw rayas verdes: conocida por sus rayas verdes y blancas. Su piel verde tiene muchas manchadas blancas. La pulpa tiene un color naranja pálido, similar a la de melón. Tiene el cuello torcido y pesa alrededor de 4,5 a 9 kg. No es buena para tallar, pero es agradable para usar de decoración. Su punto más fuerte es su excelente sabor, como si estuviera casi hecha para las tartas a la antigua.
- Fairytale: una antigua variedad reliquia francesa con piel de color verde oscuro que se asemeja en forma a la calabaza Cenicienta. Tiene un rubor naranja/melocotón cuando es joven y, a medida que madura, el verde oscuro se vuelve naranja pálido. Su pulpa es de color naranja brillante y dulce. Es ideal para cocinar u hornear tartas de calabaza, pero no para tallar.
7. Miniaturas
No es sorprendente que estas sean las favoritas de los niños. Las variedades populares incluyen:
- Baby boo: como se indica en el punto 5, son mini calabazas del tamaño de la palma de la mano de un color blanco brillante y nervaduras profundas que tienden a volverse amarillentas cuando se exponen a la luz solar directa. No son comestibles y son demasiado pequeñas para tallar.
- Jack-be-little: con la forma clásica de calabaza regordeta con nervaduras pronunciadas y piel naranja.
- Munchkin: es similar a la jack-be-little pero un poco más grande.
- Sweetie pie: tiene piel festoneada de color naranja medio.
- Tiger: es amarilla con moteado anaranjado. Las nervaduras suelen ser profundas en la parte superior, pero se desvanecen en la parte inferior. Es plana con un tallo empotrado.
8. Con granos
La mayoría de estas son híbridos o reliquias que se cultivan por su apariencia de bruja y duende. Algunas variedades incluyen:
- Goblin verrugosa: tiene piel de color naranja brillante y forma ovalada. Su caparazón duro hace que sea difícil de cortar, por lo que no es ideal para tallar.
- Galeux d’Eysines: una variedad única con una piel rosa salmón llena de verrugas que parecen cáscaras de cacahuete. Es comestible y buena para hacer sopas debido a su aroma típico que recuerda a las batatas y a las manzanas.
- Marina Di Chioggia: una variedad italiana reliquia verde con una piel gruesa y verrugosa. Tiene forma de cuclillas y pesa de 2,7 a 5,4 kg. Su pulpa amarilla/naranja es agradable y dulce, lo que la convierte en una de las favoritas para cocinar.
9. Naranja clásica
Muchas de estas son apreciadas para tallar, comer o ambas. Entre las más populares encontrarás:
- Autumn gold: un híbrido galardonado apreciado por su color y cosecha temprana. Es la calabaza tallada clásica: naranja, lisa, con nervaduras superficiales pero uniformes. Mide aproximadamente 30 cm de alto y 23 cm de ancho y pesa de 3 a 4,5 kg.
- Connecticut field: una variedad reliquia que a menudo se promociona como la calabaza de Halloween original. Similar en apariencia a autumn gold pero algo más grande. También sirve para hacer excelentes tartas.
- Jack-o’-lantern: otra calabaza tallada clásica y también reliquia. Muy suave, con nervaduras poco profundas. Es redonda o ligeramente alargada.
- Pie pumpkin: buena para tallar pero mejor para comer. Algo más pequeña y redonda que su pariente connecticut field.
- Winter luxury: piel enrejada o de malla de naranja pálido. Tiene una pulpa rica y cremosa, lo que la convierte en una de las favoritas para hornear desde hace mucho tiempo.
Consejos para elegir calabazas para tallar
- Elige el tipo correcto de calabaza. Debe tener una piel suave y dura, pero tampoco debe ser dura como una roca porque puede ser difícil de tallar. La idea es que tenga una piel que sea lo suficientemente dura como para protegerla, pero que te permita atravesarla con un cuchillo. Utiliza nuestra guía para averiguar qué tipos son mejores.
- Evita las calabazas con piel muy gruesa. Un buen consejo es golpear la calabaza. Si suena y se siente completamente sólida, probablemente sea de piel muy gruesa, pero si el sonido es hueco, la calabaza está madura y lista para ser tallada.
- Utiliza la forma y el peso como indicador. Las calabazas que son más pesadas que otras del mismo tamaño tienden a tener una piel más gruesa y las calabazas altas y delgadas suelen tener una pulpa fibrosa. Ambas hacen que los cortes limpios sean más desafiantes.
- Presta mucha atención al color. El color es un buen indicador de una buena calabaza. Por ejemplo, si estás usando una calabaza naranja clásica, busca una que tenga profundidad en su color. Ten en cuenta que las variedades blancas también son más fáciles de pintar.
- Revisa la base. Probablemente querrás una calabaza que tenga una base plana, pero siempre asegúrate de que no esté blanda.
- Haz lo mismo con el tallo. Un buen tallo es siempre un detalle interesante. Si la calabaza lo tiene, verifica que sea firme y seguro. Además, nunca levantes una calabaza del tallo, ya que puede romperse, lo que puede provocar una descomposición más rápida.