Ideas En 5 Minutos
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Qué tan cierto es que una mujer puede usar un perfume de hombre y viceversa

La elección de perfumes es una cuestión bastante individual. De hecho, las personas buscan que estos combinen perfectamente con su propio olor corporal. Es importante entender que entre una variedad de perfumes agradables, un sujeto elegirá aquellos que sean preferibles para él. Pero ¿qué tan relevante es categorizar estos productos en para hombres o para mujeres?

En Ideas en 5 minutos averiguamos qué tan importante es la diferencia del sexo a la hora de elegir un perfume.

Un poco de historia

La historia de los perfumes se remonta a más de 4000 años; sin embargo, la división de fragancias en masculinas y femeninas es relativamente nueva. Originalmente, los productos aromáticos elaborados a partir de plantas, por ejemplo, árboles, raíces, musgos y flores, eran utilizados por todas las personas de la misma manera. Servían para deshacerse de olores desagradables en condiciones de poca limpieza o dudosa higiene.

Gradualmente, los perfumes comenzaron a emplearse como un complemento del estilo. Esto otorgaba la posibilidad de mostrar su estatus social y riqueza material a todas las personas de su alrededor. Al mismo tiempo, no importaba el sexo del sujeto. Por ejemplo, Luis XIV prefería el aroma del azahar, mientras que la emperatriz Eugenia optaba por el agua de colonia, la cual empleaba para sus migrañas.


En el pasado, los hombres de la alta sociedad no temían perder su masculinidad perfumándose con fragancias florales. Al mismo tiempo, las mujeres no pensaban que el olor de agua de colonia les robara su suavidad y sofisticación. No fue hasta el apogeo de la mercadotecnia cuando se empezó a enfatizar la distinción de género y se nos convenció de que los perfumes debían ser “para ella” y “para él”.

Qué diferencias hay entre los perfumes para mujeres y para hombres

En la naturaleza, ningún aroma se divide en masculino y femenino. Esta percepción cultural surgió de una serie de hábitos y comportamientos de género que repercutieron en la percepción de los olores. A su vez, las empresas de cosméticos comenzaron a usar esta tendencia de diferencia de género y comenzaron a aplicarla de forma activa en la publicidad de productos.

Solo basta con recordar cómo te comportas en una tienda de perfumes. Si eres mujer, entonces lo más probable es que vayas directamente a las repisas de aromas para damas. Y si eres un hombre, entonces no estarás cerca de los estantes con productos para mujeres, y tampoco te rociarás su perfume. La marca, el envasado externo y los trucos promocionales pasan a primer plano para guiar nuestra elección según el sexo.

Se recomienda prestar atención a la diferencia al promocionar productos. Los frascos de perfume para hombres casi siempre se ven concisos, mientras que para las mujeres, los fabricantes crean recipientes sofisticados, con curvas suaves, mostrando así “el código de feminidad”. El color también juega un papel e influye a la hora de elegir un producto.

Sin embargo, actualmente, las tendencias están cambiando, y los compradores se están volviendo más libres. Ya no se limitan por los estereotipos. Si consideramos la diferencia de género entre los olores no como dos grupos separados, sino como una cierta escala del aroma masculino a femenino, podremos notar las verdaderas preferencias de los compradores, independientemente de los esfuerzos de los mercadólogos.

Investigaciones han demostrado que los consumidores promedio de perfumes son más propensos a elegir aquellos que se encuentran en el medio de la escala de género. Al mismo tiempo, se ha detectado que el género de una persona en realidad no afecta las preferencias personales. Además, no se diferenció entre mujeres y hombres, lo que indica que la división comercial del género no es tan importante para los consumidores.

Qué aroma elegir

Actualmente, podemos ver cómo se están desvaneciendo las fronteras entre sexos. La tendencia es tal que la androginia y lo unisex cada vez son más protagonistas de la moda, incluso en el mundo de los perfumes. La primera fragancia de este tipo fue la icónica CK One de Calvin Klein. En los años 90, tuvo un gran éxito por haber logrado destacar un encanto neutro. Se trata de un aroma cítrico con notas de piña, mandarina, bergamota, cardamomo, limón y papaya.

Se debe entender que la aparición de fragancias neutras también es un tipo de división, una clase aparte junto a la “femenina” y “masculina”. Esto es algo creado fácilmente por mercadólogos, los cuales actúan en las tendencias de la moda y sentimientos de la sociedad.

Lo principal a la hora de elegir un perfume es tu propio gusto. Aplica el producto en la piel, sin frotarlo, y espera a que se revele el aroma. Conforme se vaya mezclando con el olor de tu piel, te darás cuenta de si es el indicado o vale la pena seguir buscando, sin importar si en la etiqueta dice “para hombre”, “para mujer” o “unisex”.

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