Ideas En 5 Minutos
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Qué tipos de vellos encarnados existen

El problema de los vellos encarnados es familiar para muchos, especialmente para las personas con cabello grueso, áspero y rizado. Los pelos suelen encarnarse después del afeitado, pero también pueden reaccionar de manera similar a la cera, las depiladoras o las pinzas.

En Ideas en 5 minutos, te contaremos sobre los tipos de vellos encarnados para que puedas reconocerlos.

Qué es un vello encarnado

Dentro de cada folículo piloso hay un cabello que crece hasta la superficie de la piel. Después de la eliminación, el vello continúa creciendo.

Por lo general, el pelo crece fuera del folículo y se eleva por encima de la superficie de la piel. Un vello encarnado crece dentro de la piel en lugar de salir de ella, lo que puede causar que el folículo piloso se inflame.

Por qué los vellos se encarnan

  • La causa más común de los vellos encarnados es la técnica de depilación incorrecta. Por ejemplo, al afeitarse con la piel seca, la punta del vello se vuelve afilada. A medida que crece, perfora la capa superior de la piel y se encarna.
  • Folículos que se obstruyen con escamas de piel muerta o agentes externos. En este caso, no hay espacio para que el cabello llegue a la superficie y comienza a crecer debajo de la piel.
  • Vello rizado, dirección del crecimiento del cabello. Predisposición genética.
  • Ropa ajustada. Esta contiene el vello demasiado pegado a la piel y produce la constante fricción con el movimiento del cuerpo, lo que conduce a su gradual encarnamiento.

Cuando el vello se mete por debajo de la piel, el cuerpo reacciona como si fuera un cuerpo ajeno. Aparece la inflamación.

Cómo reconocer un vello encarnado

Primero, aparece una pequeña protuberancia en la superficie de la piel, parecida a un grano. A veces, el culpable del problema se puede ver debajo de la piel: un vello encarnado. La piel puede enrojecerse, tocar el sitio de la inflamación comienza a causar molestias. Si el vello no puede salir por sí solo a la superficie de la piel, la hinchazón crecerá en tamaño y acumulará pus en su interior.

A veces, la superficie de la piel alrededor de un vello encarnado puede oscurecerse.

Qué tipos de vellos encarnados existen

Se pueden llamar de manera diferente, pero la esencia del problema no cambia.

  • Retorcido, encarnado en espiral. El vello que no creció normalmente a la superficie comienza a crecer debajo de la piel, formando rizos alrededor del folículo.

Cómo lidiar con el vello encarnado

Evitar afeitarse, depilarse con cera o usar una depiladora. Si no estás listo para tomar semejantes medidas, te presentamos los siguientes trucos:

  • Exfoliar la piel regularmente. Los exfoliantes eliminan las células muertas de la piel y las partículas de suciedad. Gracias a los exfoliantes, los vellos se elevan por encima de la superficie de la piel y el afeitado se vuelve más eficiente.
  • Hidratar la piel. La hidratación después del afeitado mantiene el equilibrio de humedad y las propiedades protectoras de la piel. Es más fácil que el cabello crezca a través de una piel elástica y suave.
  • Afeitarse correctamente. Elegir rastrillos de afeitar desechables y asegurarse de que estén afilados. Antes de afeitarse, vale la pena humedecer la piel con agua tibia, luego usar un gel u otro producto de afeitar. Los movimientos del rastrillo deben ser suaves, no es necesario presionar la navaja con fuerza contra la piel.
  • Evitar la ropa de vestir y ropa interior ajustada, especialmente después del afeitado u otra depilación. La ropa holgada permite la circulación del aire, no genera fricción y no aplasta las puntas del cabello contra la piel.

Bono: Qué no se debería hacer con un vello encarnado

  • Tratar de reventar la hinchazón sacando el vello encarnado hacia la superficie. Esto puede hacer que se acumule pus alrededor del vello y se formen cicatrices.
  • Es mejor no intentar sacar el pelo o cortarlo. También puede provocar cicatrices, infecciones y decoloración de la piel.
  • Evitar afeitarse las partes con vellos encarnados. Esto puede provocar el desarrollo de una infección secundaria.
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