Cómo hacer que un niño coma de forma más saludable
Una dieta equilibrada y nutritiva es clave para el crecimiento y el desarrollo saludable de un niño. Es importante cultivar estos hábitos alimenticios desde una edad temprana, ya que ayudarán a tus hijos a elegir mejores alimentos en el futuro.
Ideas en 5 minutos ha preparado algunos consejos útiles que te ayudarán a lograrlo.
1. Sé un ejemplo
Es más probable que tu hijo siga un mejor estilo de vida si eres su modelo a seguir. Intenta animar a tu hijo a probar diferentes alimentos comiéndolos juntos. Además, es importante mostrar emociones positivas sobre ellos. Por ejemplo, puedes decir “¡La avena fortalece nuestro cuerpo!” o “¡Las fresas son tan refrescantes que son la merienda perfecta en verano!”. Sin embargo, si aún quieres disfrutar de algunas golosinas poco saludables, asegúrate de hacerlo cuando tu hijo no esté cerca.
2. Coman juntos
Ya sea el desayuno, el almuerzo o la cena, trata de pasarlo junto con tu hijo. Es la manera perfecta de reconectarse y permitir que el chico aprenda hábitos beneficiosos de sus padres. Los niños que comen con sus familias son más propensos a comer más frutas y verduras y es menos probable que prueben bocadillos y dulces menos saludables. Además, esta actividad es una buena oportunidad para presentar nuevas comidas nutritivas a los niños.
3. Involúcralos en el proceso
Habla con tus hijos y planifiquen juntos lo que van a cenar. Llévalos a hacer la compra juntos y permíteles elegir productos. Durante esta excursión, puedes explicarles qué buscar y enseñarles a entender las etiquetas de los alimentos. En casa, anímalos a cocinar juntos, dándoles tareas apropiadas para su edad.
4. Haz que las comidas luzcan atractivas
Puedes ser creativo con las comidas y transformarlas en algo atractivo para tu hijo. ¡Deja volar tu imaginación! Por ejemplo, puedes tomar unas manzanas y zanahorias corrientes y hacer que parezcan papas fritas. Simplemente córtalas en palitos pequeños y luego ponlos en una caja o una bolsa.
5. Evita la negatividad
Cambiar los hábitos puede ser un proceso largo que requiere paciencia. Por lo tanto, es posible que tu hijo tarde algún tiempo en acostumbrarse a los nuevos patrones de alimentación. No comentes la cantidad de alimentos saludables que comió y no los obligues a comer más. Este comportamiento podría desanimarlo y hacerlo más reacios a seguir comiéndolos.
6. No te concentres en comidas específicas
No tendrá mucho efecto en tus hijos que intentes preparar almuerzos o cenas más saludables, pero en el medio tu hijo siga comiendo alimentos poco sanos. Lo que importa es la dieta general. Minimiza los alimentos procesados en casa y reemplázalos con mejores opciones, como frutas, verduras, nueces o queso. De esta manera, cada vez que tu hijo quiera comer algo, tendrá una opción saludable disponible.
7. No seas demasiado duro con ellos
Desarrollar mejores patrones de alimentación no significa que algunas golosinas poco saludables deban excluirse para siempre. De esta manera, pueden volverse más atractivas y deseadas. Está totalmente bien permitir que tus hijos disfruten de un helado o unas galletas de vez en cuando. Solo asegúrate de que lo coman con moderación.