Cómo producir más leche materna
La lactancia materna es algo hermoso y natural, pero no por ello deja de causar ciertas dudas, sobre todo en las mamás primerizas. Una de las preguntas más comunes es si se podrá producir la suficiente cantidad de leche para un bebé, quien por lo general depende completamente de este alimento para desarrollarse y crecer, al menos durante los primeros meses de vida.
Ideas en 5 minutos ha recopilado 8 consejos para que puedas optimizar tu periodo de lactancia.
1. Utiliza un extractor de leche con regularidad
Como la leche materna se produce de acuerdo con la cantidad que tu bebé consume, extraerla hará que tu cuerpo intente reponerla con mayor frecuencia. Utiliza un extractor manual o eléctrico, según te resulte más cómodo.
Añadir una rutina de extracción también puede ser beneficioso. Elige una hora cada día y extrae leche durante 20 minutos, luego descansa 10 minutos; vuelve a extraer 10 minutos y descansa 10; finalmente extrae 10 minutos más. Hacer esto durante una hora diaria te permitirá ver un aumento en la cantidad de leche dentro de 2 o 3 días.
2. Haz que tu bebé tome de ambos senos
Cambiar de lado a tu bebé mientras lo amamantas puede estimular y aumentar la producción de leche. También puedes extraerla de un seno mientras tu bebé se alimenta del otro utilizando un sacaleche.
3. Abraza mucho a tu bebé
El contacto piel a piel puede estimular la producción de leche debido a la liberación de hormonas. Mantén a tu bebé lo más cerca posible de ti para amamantarlo cada vez que tenga hambre, lo que también se traducirá en una mayor producción de leche.
4. Amamanta con mayor frecuencia
Intenta darle el pecho a tu bebé cada 2 horas durante el día, y cada 3 a 4 horas durante la noche. Si tu bebé lo rechaza, utiliza un extractor para retirar la leche de tus mamas. Esto enviará señales a tu cuerpo para que la reponga, lo que generará una mayor producción.
5. Procura descansar y alimentarte bien
Durante la lactancia, es importante llevar una buena nutrición y tener mucho descanso. Evita hacer dietas, ya que esto puede variar los niveles de grasa de la leche.
También es fundamental beber agua, lo ideal es más de dos litros al día para que tu cuerpo disponga del suficiente líquido al producir la leche necesaria. Cada vez que amamantes, toma un vaso grande de agua o jugo natural.
A pesar de que tu rutina de sueño se vea afectada durante este proceso, es importante que descanses. Ir a la cama temprano o tomar siestas cuando sea posible pueden ser buenas técnicas. Recuerda poner una alarma para no saltarte las horas de lactancia o de extracción.
6. Evita los biberones hasta que tu suministro esté establecido
Los chupones o los biberones pueden causar confusión en tu bebé en relación con el seno e interferir en ciertos procesos al comienzo de la lactancia. Durante las primeras 3 semanas después del parto, tu suministro de leche se está estableciendo de acuerdo con el tiempo que el bebé utiliza para alimentarse, lo que podría requerir de al menos 140 minutos por día.
Es importante que tu bebé logre pasar dicho tiempo junto a ti, sin confundir biberones o chupones con el pezón.
7. Asegúrate de que tu bebé esté en la posición correcta
Tu bebé debe respirar e ingerir al mismo tiempo, por lo que su boca debe estar lo suficientemente abierta para que se agarre correctamente al pezón, casi como si bostezara.
Ponlo cerca de tu pecho tocando su nariz y cuando su boca esté bien abierta, acércalo al pezón sujetando sus hombros y su cabeza con uno de tus brazos. Puedes ayudarte con un cojín para no ejercer demasiada fuerza. Evita que su mentón toque el seno, ya que eso dificultará que pueda succionar la cantidad de leche adecuada.
8. Aplica calor húmedo
El calor húmedo puede ser muy beneficioso para promover y facilitar la producción, ya que ayuda a incrementar la circulación y a abrir los conductos por los que pasa la leche. Para probar esta técnica, sigue estos pasos:
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Antes de amamantar a tu bebé, aplica una compresa húmeda y caliente sobre tus senos. También puedes tomar una ducha de agua tibia.
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Presiona y masajea firmemente para mover la leche hacia tus pezones.